Un interesante artículo de la prestigiosa revista Harvard Business Review publicó los resultados de una investigación -que demoró tres años- sobre los mejores lugares para trabajar en los Estados Unidos y seleccionaron 21 organizaciones como las «Mejores Empresas para Trabajar» entre los años 2014 al 2018. Los autores visitaron cada una de las empresas, entrevistaron a ejecutivos, se reunieron con los responsables de recursos humanos, realizaron reuniones con empleados y recorrieron sus instalaciones. Las empresas del sector privado y público oscilaban, en promedio, entre 250 a más de 7,000 empleados de diferentes industrias, como tecnología, finanzas, productos de consumo, editoriales, farmacéutica, entre otros.
¿Qué encontraron? Los hallazgos demuestran cinco cosas en común:
Poner a la gente primero: casi todos los fundadores corporativos y directores ejecutivos mencionaron que construyeron sus empresas pensando en la gente. Para ellos, una cultura sana es tan importante como un balance saludable. Sus beneficios van mucho más allá del salario mínimo. Otras empresas ofrecieron un número sólido de programas complementarios para ayudar a los empleados a mantener el equilibrio entre el trabajo, la vida personal y mejorar su salud mental y física. Programas como talleres para reducir el estrés, consultas nutricionales y planificación financiera. Un fundador de una empresa mencionó «El beneficio es necesario, pero no es el objetivo. Necesitamos aire y agua para sobrevivir, pero ese no es nuestro propósito. Nuestro propósito es ayudar a las personas a vivir una vida mejor»
Ayudan a los trabajadores a perseguir sus pasiones: estas empresas encuentran maneras de rejuvenecer a los empleados ayudándoles a identificar su «vocación». Esto no solo aumenta la productividad, sino que hace que las personas se sientan felices, incluso afortunadas, de estar en el trabajo. Otras empresas encuentran maneras de despertar las pasiones a través de programas especiales. Estas organizaciones animan a las personas a auto examinar sus intereses y a encontrar en lo que realmente sobresalen. La forma más segura de mejorar el rendimiento es dar a la gente algo que les gusta hacer.
Empoderan a las personas para que sean dueños de sus proyectos: su eficacia empresarial depende de la buena voluntad y la solidaridad de los grupos, por lo que se esfuerzan mucho en unir a las personas, pero no en las formas tradicionales que usted podría pensar. Piénsalo de esta manera: en nuestra vida personal, entendemos que es una buena práctica celebrar y simpatizar; mostrar respeto por los sentimientos y necesidades de los demás; consolar y ayudar. Cuando suceden cosas grandes, las disfrutamos juntos, aligeramos las cargas del otro y consolamos a aquellos que nos importan. Al igual que las buenas familias, las buenas organizaciones tienen la misma responsabilidad. Si quieren crear un verdadero sentido de comunidad entre sus equipos, también necesitan crear experiencias compartidas.
Fomentan la autenticidad: las empresas quieren que sus empleados piensen y actúen como propietarios. Permitirles controlar aspectos de su trabajo, es la clave para lograrlo. Empleados que tienen el poder de reorganizar, modificar y mejorar sus asignaciones, sienten posesión sobre ellos y, una vez que esto sucede, sus mentes comienzan a cambiar. En lugar de centrarse en lo que no se puede hacer, se preocupan por lo que se puede. Como resultado, son más fáciles de crecer, innovar y empujar a sus empresas hacia adelante. Los gerentes deben aceptar que las personas fallarán. Los fracasos son un hecho de la vida y son necesarios para el crecimiento personal y organizacional.
Crean oportunidades para que los trabajadores se conecten a nivel personal: estas empresas mostraron que la capacidad de ser auténticos en su trabajo es una afirmación de la vida: una expresión externa de quiénes somos y lo que defendemos. Las personas que se comportan de acuerdo con sus valores tienen ética de trabajo más fehaciente. Están más comprometidos moralmente y menos indiferentes a las circunstancias.
En conclusión, demasiadas empresas funcionan con sus propios intereses. Si la presunción es una gestión capaz y con fines de lucro donde se pone el dinero por delante de la gente, entonces la visión es demasiado defectuosa. Las mejores empresas para trabajar otorgan la mejor oportunidad de triunfar reconociendo al ser humano como el corazón del lugar de trabajo.
Cuando pedimos a los líderes que cumplan con sus deberes y que sean un instrumento de producción de dinero, les pedimos que hagan demasiado poco y les damos la oportunidad de evitar hacer preguntas difíciles sobre lo que es más importante en la vida. Podemos ser mucho más directos insistiendo en que los líderes fomenten el potencial humano y apoyen su florecimiento como una obligación.
Enlace de interés
1. What the “Best Companies to Work For” Do Differently. https://hbr.org/2019/12/what-the-best-companies-to-work-for-do-differently?language=es
