| Por: José Luján Loza
Con la llegada del verano, diversas academias de vóley se reactivan con la finalidad de incrementar el número de sus alumnos. Es una carrera que ocurre todos los años. Algunas de ellas se comprometen a realizar eventos internos e incluso aceptar invitaciones de otras academias provenientes de diversas regiones del país.
Academias como las de Stefany Ulloa, David Campos, Sport Torino, son las que están en permanente actividad y a finales del ciclo de verano llevan a cabo competencias entre ellas. A veces con la presencia de equipos de Pisco y Chincha.
Una vez que finaliza la temporada de verano, el vóley vuelve a fojas cero. Las deportistas que durante tres meses han practicado su deporte favorito se les trunca las ganas de seguirlo practicando. Esto nunca sucedería si tuviéramos una Liga Distrital que programe durante todo el año torneos oficiales. Lamentablemente, desde hace más de treinta años carecemos de una Liga Distrital y mucho menos de una Liga Provincial.
Para el verano 2024, algunas academias de vóley femenino vienen haciendo saber que llevarán a cabo un Campeonato Interbarrios de dicho deporte. La idea no es mala. El problema es que ese proyecto se llegue a concretar y que no sean meras promesas como ha venido sucediendo desde hace varios años.
Para el verano 2023, la academia de David Campos nos hizo saber personalmente que en el mes de febrero llevaría a cabo un Campeonato Selectivo entre academias, con la finalidad de que los cuatro mejores representen a Ica en un Torneo Nacional que se desarrollaría en Ica en el mes de marzo. Lamentablemente está por finalizar el 2023 y dichas competencias nunca se llevaron a cabo. Las causas y/o motivos fueron la informalidad de anunciar eventos sin tener una base sólida que les permita tener la capacidad de hacerlo.
Desde hace más de treinta años que el vóley iqueño se encuentra marginado de toda competencia oficial porque no cuenta con una Liga Distrital. Muchas veces se invitó a los responsables de las academias que funcionan en Ica para que se formalicen y se conviertan en clubes y así poder lograr el número mínimo (3) que permitan la reactivación de la Liga de Ica. Lamentablemente esas invitaciones han caído en “saco roto” porque nunca lo hicieron y prefieren seguir funcionando como academias, porque ello les permite tener suculentos ingresos económicos que ya no tendrían si se convierten en clubes.
Es una lamentable situación que no tiene cuándo acabar. Se prefiere el factor económico antes que recobrar el prestigio del vóley iqueño que en memorables hazañas paseó su calidad a lo largo y ancho de todo el Perú.
