Democracia es también control y participación

Por: Luz Mery Canales Trillo

@LuzCanalesTrillo

Vicegobernadora regional de Ica

La defensa de la democracia surge convenientemente en la coyuntura política del Perú. Hay quienes exigen el respeto a la democracia del país, pero la destruyen con su accionar. Democracia no es solo ir a votar y elegir a un gobernante, es respetar el control político y permitir la participación ciudadana en la fiscalización.

Se ha tomado a las instituciones de control político para dirigirlos convenientemente a sus intereses, el acaparamiento de las instituciones no es saludable para una débil democracia como la que tenemos. El Congreso, el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría, la Contraloría y otras instituciones cumplen un papel para el fortalecimiento de la democracia; pero, en cambio, actos de tráfico de influencias, negociación incompatible colocan en estos lugares a personas que no actúan en defensa de la democracia sino en defensa de intereses partidarios.

Cuando el interés personal o particular está por encima del interés de país, es cuando nuestra democracia ha sido golpeada. Siempre decimos estar en crisis a falta de una estabilidad política, social y económica. Algunos expertos señalan que la salida a esta crisis requiere de la búsqueda del acercamiento entre los actores sociales y políticos del Perú. Es importante el papel de la ciudadanía en un escenario como este y debemos generar espacios para un diálogo abierto a las diferentes voces. La ciudadanía juega un papel importante en la fiscalización y actúa también como parte de un control social-político.

El Estado peruano no solo lo componen las autoridades o las instituciones, sino también la ciudadanía. Recuperar el cauce de la frágil democracia del Perú exige que su sociedad promueva y participe en espacios de diálogo, donde puedan reunirse los diversos actores sociales y políticos para generar soluciones reales a las principales problemáticas del país.

Fortalecer nuestra democracia implica que todos respetemos la participación y el control político que promueva el equilibrio de poderes en las instituciones públicas de todo nivel. Las revelaciones de Jaime Villanueva y el posible acaparamiento de las instituciones por fiscales, congresistas, y partidos políticos revela que nuestra democracia sigue siendo frágil y no conseguimos fortalecerla, cada vez la debilitamos más.

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