– Ángeles Guadalupe (15) seguirá en Uvi, pero chinchanos oran por su recuperación.
Una odisea vive desde el pasado 28 de marzo la familia Escalante Ñañez tras el repentino internamiento de su engreída Ángeles Guadalupe, una adolescente que cayó en cama afectada por el dengue.
La joven no presentó cuadro hemorrágico, característica principal en casos graves, sin embargo, lo que le afectó sobremanera fue la insuficiencia respiratoria que ya venía presentando desde fines del año anterior.
Fue internada e intubada, y su estado de salud fue empeorando; es por ello que su mamá, Rocío Ñañez, y otros familiares iniciaron una cruzada en redes para orar por su recuperación, además de solicitar su apoyo voluntario, ya que los gastos diarios eran cada vez mayores, ya que, según un familiar, el SIS no cubría al 100%.
Esta semana, sin embargo, se realizó la documentación para una transferencia a un hospital de mayor complejidad en la ciudad de Lima, ya que requería de una atención con profesionales especialistas en boca, cuello y tórax.
Varios días pasaron, pidiendo casi a gritos una cama en un nosocomio de la capital, pero ayer recién se dio luz verde en el hospital de Emergencias de Ate, a dónde fue derivada en una ambulancia desde el hospital San José de Chincha.
«Doy gracias a Dios por esta nueva esperanza que me pone en el corazón. Ahora seguiremos luchando por la recuperación de nuestra niña. Solo espero de corazón que las personas nos puedan seguir apoyando, ya que los gastos quizás van a aumentar», expresó más confiada Rocío Ñañez.
(Marco Pachas Castilla)