El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunirá con el presidente chino, Xi Jinping, en Lima, durante la reunión del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) por tercera y última vez, según informaron funcionarios estadounidenses.
«Es una oportunidad para poner al día los esfuerzos de los últimos cuatro años para gestionar una competición responsable y sobre cómo ambos países han avanzado en áreas de interés común, incluso en medio de profundas diferencias e intensa competición», indicaron las fuentes en una llamada con la prensa este miércoles.
La reunión bilateral tendrá lugar en Lima el próximo día 16 y será el tercer encuentro en persona entre ambos líderes, después de la reunión de San Francisco (California, EE.UU.) hace un año y la reunión de Bali (Indonesia) de noviembre de 2022.
Este será el último encuentro de Biden con su homólogo chino como presidente.
La Casa Blanca recordó que la reunión es de gran importancia para «gestionar de manera responsable» la relación bilateral «más consecuente del mundo».
«Es de esperar que el presidente exprese su profunda preocupación sobre el apoyo de China a Rusia en la guerra contra Ucrania, así como sobre el despliegue de más de 10.000 soldados norcoreanos en Rusia», expresaron los funcionarios.
Biden también advertirá a Xi que los ciberataques con origen en China tienen «el potencial de desestabilizar la relación bilateral» y provocar una mayor desvinculación con los sectores tecnológicos chinos.
Aunque los funcionarios no quisieron especular sobre cómo la nueva administración del presidente electo, el republicano Donald Trump, abordará la relación con Pekín, recordaron que la nueva Casa Blanca deberá enfrentarse a una «relación dura y complicada».
En ese sentido, señalaron que en la relación con Pekín lo que ha funcionado han sido «los canales de comunicación, las conversaciones privadas y duras».
Trump ha prometido represalias arancelarias contra China si Pekín bloquea los productos estadounidenses, mientras que los analistas ven las recientes designaciones para su nuevo gobierno como un mensaje de mano dura hacia el gigante asiático.
Según los funcionarios, el presidente Biden quiere utilizar esta ocasión de verse frente a frente con Xi para los últimos cuatro años de relación con China, especialmente en áreas como el apoyo chino a la industria armamentística rusa, las disputas sobre Taiwán y el mar de China Meridional, la ciberseguridad y la lucha contra el tráfico de fentanilo.
Esta esperada reunión lleva preparándose desde agosto, cuando el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, viajó a Pekín.
La Casa Blanca destacó que ha habido avances positivos en la relación bilateral con China desde que Biden llegó al poder en 2021, como la cooperación en la lucha contra el comercio de percusores del fentanilo, una droga que ha ocasionado una profunda crisis sanitaria en Estados Unidos, o en los canales de comunicación bilateral sobre ensayos de misiles intercontinentales o ICBM.
En los últimos años, Washington ha elevado las medidas proteccionistas contra sectores tecnológicos chinos y otras importaciones consideradas estratégicas por Estados Unidos y que tienen repercusiones en la seguridad nacional.
Los funcionarios estadounidenses también se refirieron al importante nivel de la inversión china en Latinoamérica, como muestra la próxima visita de Xi al nuevo puerto de Chancay en Perú, y aseguraron que Estados Unidos promueve la inversión privada de sus empresas en la región a través de alianzas como la APEC y que la inversión china en el exterior se está resintiendo.