Diversos distritos de la provincia de Chincha continúan padeciendo de la aguda escasez de agua potable; encima, su población nuevamente ha sido obligada a permanecer confinada en sus viviendas a partir de las 11:00 de la noche al ser declarada en Nivel de Alerta Alto.
El estoicismo del chinchano guerrero hace que sobreviva a los temporales y días aciagos, como el hecho de no tener suficiente agua y ser declarada en alto riesgo de contagio. Prueba de ello, es que dentro del llamado “Feriado Largo” la población no se quedó melancólica con los brazos cruzados y celebró con entusiasmo el 153° aniversario de la creación política de la provincia de Chincha y su Sexagésima Semana Turística, con amplio programa de actividades culturales y sociales, con gran asistencia de visitantes.
Ciertamente que el déficit del agua para consumo humano es un problema recurrente de hace muchos años. Cuando el exgobernador regional, Rómulo Triveño Pinto, ejecutó la obra de las galerías filtrantes en Vaso Minaqueros, se pensó que era la solución definitiva a un problema asfixiante.
No pasó mucho tiempo y el problema de escasez del líquido elemento nuevamente se hizo presente en los hogares chinchanos. El exgobernador Fernando Cillóniz visitó la zona el 12 de julio de 2016 en compañía del presidente de la Junta de Usuarios de agua de Chincha y del gerente de SEMPACH, en busca de solución al tema del desabastecimiento.
Solución trunca
Es así que, con la asesoría de técnicos, Cillóniz y los representantes de esas instituciones concertaron que la solución sería construir un muro de 500 metros que permitiría encauzar las aguas del río San Juan, evitando que el agua potable se enturbie.
Todo quedó en buenas intenciones y que se sepa no se avanzó nada. Cillóniz terminó su gestión y se olvidó el asunto. Su sucesor Javier Gallegos, al parecer tampoco se interesó por el problema y hoy Chincha sigue padeciendo del líquido elemento.
La Junta de Usuarios y Semapach se echan la culpa, mientras que la mayor parte de la población chinchana, como el distrito de Grocio Prado y otros sectores, tiene que hacer super esfuerzos para comprar un tanque de agua de 12 m3 en 130 soles, que generalmente dura siete días, según comentan los vecinos.
La situación se ha agravado desde hace dos meses. Semapach en muchos sectores raciona el agua tres o cuatro veces por semana. Los usuarios tienen el caño abierto todo el día en espera del milagro de contar con un chorro que le alcance para cocinar, beber y la higiene personal.
Como el agua que reciben no les alcanza, los chinchanos de escasos recursos monetarios tienen que reajustar la economía familiar, privándose de muchas cosas, con tal de tener al alcance el líquido elemento.
Marcha de protesta
Aún permanece en la memoria colectiva la histórica marcha del 14 de febrero del año pasado, cuando miles de chinchanos provenientes de todos los confines de la provincia se movilizaron hasta las oficinas de Semapach exigiendo mejor servicio de agua potable.
Sin embargo, todo sigue igual desde aquella fecha, el agua llega a los hogares extremadamente racionada, obligando a muchos usuarios a comprar agua a los dueños de tanques cisterna, y encima los recibos de consumo llegan como si el abastecimiento fuese normal.
Desde luego que hay sectores “privilegiados” que no tienen este tipo de problemas. El agua llega a sus cañerías por horas, la juntan y la consumen para sus necesidades básicas; sin embargo, en Grocio Prado y los barrios El Tigre, Chavalina, Chacharita y otros, la escasez es cruel y espantosa, conforme nos han revelado los sufridos vecinos que han perdido la fe en sus autoridades.
Mientras tanto, para atenuar el problema, la empresa Semapach ha implementado el servicio de distribución de agua potable, sin costo alguno, a las familias vulnerables de la provincia. Se anuncia que la medida continuará hasta el 31 de diciembre, según el Decreto de Urgencia N° 084-2021.
Daniel Bravo Dextre
