La Fiscalía Penal y la Policía Nacional investigan el fatal accidente registrado el pasado sábado en las dunas del balneario de Huacachina, donde dejó de existir el pasajero de un vehículo tubular, mientras que otros tres ocupantes del arenero quedaron gravemente heridos.
La víctima fue identificada como Walter Alfredo Apaza Aragonez (41), exmiembro de la gloriosa Arma de Caballería del Ejército Peruano. Mientras que los heridos fueron identificados como Melissa Guadalupe Peña Huamán (29), María Jesús Peña Huamán (20) y la menor de 14 años de iniciales N.M.P.H, todos integrantes de una familia que llegó de visita al reabrirse el circuito de turismo de aventura por parte del Gobierno Regional de Ica.
Tras la fatal volcadura del vehículo arenero, los heridos fueron trasladados de emergencia al Hospital Regional de Ica. El accidente se registró el sábado por la tarde en medio de las dunas y recién se hizo público el domingo por la tarde, 24 horas después, gracias a las redes sociales.
Ante la lamentable noticia difundida, el GORE Ica -a través del Área de Conservación Regional Laguna de Huacachina- confirmó los hechos a través de un comunicado y aclaró que el tubular accidentado ingresó de manera clandestina al circuito turístico, desde el sector Tierra Prometida.
También se reveló que el vehículo era piloteado por un ciudadano de nacionalidad venezolana, identificado como Johender Quinteros Cárdenas, quien fue detenido por la PNP y no contaba con licencia para conducir ni permiso para prestar servicio turístico en Huacachina, por lo que fue denunciado penalmente por los familiares del occiso por el presunto delito de homicidio culposo. La investigación está en marcha para establecer responsabilidades.
La indagación alcanza, sin duda, a los dueños de la empresa que contrataron al piloto inexperto e indocumentado. Por información de las redes sociales, se trataría de Turismo Karhuas, la misma que tampoco tendría los permisos para circular exigidos por el Ministerio de Transporte.
Regulación
Frente a los hechos lamentables, el gobierno regional debería revisar los protocolos de control y fiscalización de dicho servicio turístico, pues éstos no se estarían aplicando de manera responsable y eficiente.
No se trata únicamente de impartir recomendaciones a los visitantes por medio de comunicados para que no aborden vehículos no autorizados. Los turistas llegan a Huacachina pensando que la autoridad regional tiene todo bajo control. Desconocen los puntos de abordaje, por lo que fácilmente pueden ser engañados.
Es absurdo pensar que el excomando EP y su familia se fueron directamente a la Tierra Prometida en busca de un “vehículo pirata”. Ellos llegaron a Huacachina y allí fueron captados por los llamados “jaladores” que actúan impunemente a vista y paciencia de las autoridades, con chaleco y fotocheck.
Los guardaparques del GORE, juntamente con la PNP, deberían hacer un permanente control de esos “jaladores” para que no capten pasajeros para el circuito de aventura. Esta práctica ilegal debería ser penalizada.
También debería colocarse paneles grandes y visibles, alertando a los visitantes para que no tomen los servicios de empresas no autorizadas; el paseo por las dunas se debe hacer desde el llamado “dunapuerto” o área destinada para el abordaje y descenso de vehículos areneros o buggies.
Otra solución es contratar orientadores turísticos, quienes deben estar a la espera de los visitantes para indicarles cómo permanecer en Huacachina sin riego de accidentes en tubulares y sin ser asaltados o timados por personas inescrupulosas. El Área de Conservación cuenta con recursos que deben ser bien empleados.
Daniel Bravo Dextre