Indignación y tristeza ha causado en la comunidad iqueña el hallazgo de una bebé de unos 15 días de nacida, abandonada a su suerte dentro de un costal, en la losa deportiva del sector Chacaliacita, en la primera cuadra de la céntrica avenida Arenales.
Según reportó en las redes sociales la periodista Marilú Quispe Espinoza, una vecina de ese sector halló a la inocente criatura el lunes a las 3:30 de la tarde, y de inmediato dio aviso a la Policía Nacional para que asuma el rescate y protección de la recién nacida.
Es así que los agentes policiales se constituyeron al indicado lugar y trasladaron a la bebé a la Comisaría de Familia, ubicada en el Parque del Amor (calle Libertad), donde una suboficial PNP le dio de lactar para calmarla; luego fue llevada al hospital Regional para que le brinden la atención médica correspondiente.
Finalmente, los custodios del orden -por indicaciones de la Fiscalía de Familia- la trasladaron a la Unidad de Protección de Menores, hasta que la madre aparezca o sea ubicada.
Se está pidiendo la colaboración de la ciudadanía, en el sentido que se brinde información que permita ubicar a los padres de la recién nacida, a fin de que asuman su responsabilidad de cuidarla; caso contrario, el juez que asuma la causa tendría que darla en adopción.
Muchas veces las madres jóvenes cometen este despropósito de abandonar al fruto de sus entrañas al verse desamparadas por sus familiares y por el padre de la criatura.
Ante tal situación de desamparo social interviene el Estado para proteger al niño y brindar asistencia emocional a la madre, quien muchas veces reconoce su grave falta y decide retomar el vínculo con su vástago al saber que las autoridades le brindarán ayuda para salir del laberinto en que se encuentra.
Este tipo de casos muy dolorosos se tienen que evaluar dentro del principio universal: causa y efecto. Lógicamente, nuestra sociedad jamás va a perdonar que una madre abandone a su bebé, ya que éste queda expuesto a una serie de peligros. Este sentimiento de rechazo también se debe aplicar a las mujeres que por diversas circunstancias recurren al aborto no terapéutico.
Daniel Bravo Dextre