La máxima autoridad en Estados Unidos para el manejo de enfermedades infecciosas, Anthony Fauci, dijo el domingo que los estadounidenses que están inmunocomprometidos podrían necesitar refuerzos de la vacuna Covid-19. “Los pacientes de trasplantes, de quimioterapia contra el cáncer, de enfermedades autoinmunes, que están bajo regímenes inmunosupresores, son el tipo de individuos que, si va a haber un tercer refuerzo, lo que probablemente ocurra, estarían entre los primeros”, dijo Fauci durante una entrevista en CNN.
Citando estudios recientes que muestran que podría haber una inmunidad decreciente en las personas vacunadas, Fauci dijo que las autoridades sanitarias estadounidenses están revisando los datos para determinar cuándo podrían ser necesarios los refuerzos. “Es una situación dinámica. Es un trabajo en progreso, evoluciona como en tantas otras áreas de la pandemia”, dijo Fauci. “Hay que mirar los datos”.
El jueves pasado, un funcionario clave de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) dijo que la agencia está explorando opciones para dar a los pacientes con sistemas inmunes comprometidos terceras dosis, incluso antes de que los reguladores amplíen la autorización de uso de emergencia para las vacunas contra el coronavirus, un paso que podría llegar pronto para la vacuna de Pfizer.
Amanda Cohn, jefa médica de la división de inmunizaciones del CDC, dijo a un comité asesor de la agencia que los funcionarios estaban “buscando activamente formas” de proporcionar a ciertas personas acceso a las vacunas de refuerzo “antes de cualquier cambio potencial en las decisiones regulatorias”. “Así que estén atentos”, añadió.
El creciente consenso dentro de la administración de que al menos algunos estadounidenses necesitarán un refuerzo está ligado en parte a la investigación que sugiere que la vacuna de Pfizer es menos eficaz contra el coronavirus después de unos seis meses. Más de la mitad de los vacunados en Estados Unidos hasta ahora han recibido la vacuna de Pfizer, en dos dosis administradas con tres semanas de diferencia.
El estudio global continuo de Pfizer sobre los participantes en sus ensayos clínicos muestra que, entre cuatro y seis meses después de la segunda dosis, la eficacia de la vacuna contra la infección sintomática desciende de un máximo del 95% al 84%, según la empresa.
Los datos del gobierno israelí, que ha vacunado completamente a más de la mitad de su población con las dosis de Pfizer desde enero, también apuntan a una tendencia a la baja en la eficacia a lo largo del tiempo, aunque los funcionarios de la administración consideran esos datos con cautela debido a los amplios márgenes de error.
Las cifras más recientes del Ministerio de Sanidad israelí, publicadas a finales de esta semana, sugieren que la vacuna de Pfizer era sólo un 39% eficaz para prevenir la infección en ese país a finales de junio y principios de julio, en comparación con el 95% de enero a abril.
La vacuna siguió siendo más del 90% efectiva en la prevención de la enfermedad grave, y casi igual de efectiva en la prevención de la hospitalización. Israel comenzó a ofrecer una tercera dosis de Pfizer a los ciudadanos con sistemas inmunitarios gravemente debilitados el 12 de julio.
Las personas con sistemas inmunitarios comprometidos representan el 2,7% de la población, según el CDC, e incluyen a quienes padecen cáncer, trasplantes de órganos o células madre, o enfermedades infecciosas, entre otras.
Dosis extra
El gobierno de Estados Unidos comprará 200 millones de dosis más de la vacuna de Pfizer contra el Covid-19 para prepararse para futuras necesidades, como inyecciones de refuerzo y la eventual inoculación de los niños menores de 12 años.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que el gobierno de Joe Biden quiere tener la “máxima flexibilidad” para hacer frente a las cambiantes condiciones, y que “va a prepararse para cualquier contingencia”.
Las dosis adicionales se administrarán entre finales de este año y principios del próximo.
(tomado de infobae.com)