El sicariato cobró una nueva víctima en la provincia de Pisco, causando alarma entre la población por la crueldad en que actuaron los asesinos a sueldo. Los pisqueños exigen que el alcalde Juan Mendoza solicite mayor apoyo policial.
En efecto, un ciudadano venezolano fue encontrado sin vida y con varios impactos de bala en la cabeza y el pecho; permaneciendo atado de pies y manos, presuntamente mientras los asesinos lo torturaban con fines inconfesables.
Después de ultimarlo a balazos, los sicarios dejaron su cuerpo abandonado por un camino rural que conduce al fundo Balta, ubicado en el distrito de Túpac Amaru Inca.
Durante una ronda de rutina a cargo de la comisaría del lugar, el martes alrededor de las 10:30 de la noche los efectivos policiales Marx Rodas Curí y Feliciano Salazar Huayhuas hallaron el cuerpo sin vida del venezolano, además de siete casquillos de bala cerca al cadaver. Esto indica que primero lo torturaron y luego lo acribillaron.
Seguidamente, los agentes policiales dieron aviso al representante del Ministerio Público. Momentos después se presentó la camioneta de la Fiscalía con placa Nº PQT-847, conducida por Jhonny Alderete Flores, con el fiscal de turno, Dr. Gustavo Gonzales Castillo, ordenándose el levantamiento del cadáver de Richard Gabriel Alonso Pereira (33) que fue conducido a la morgue del hospital “San Juan de Dios” para la necropsia de ley.
Los policías que investigan el caso presumen que la causa del asesinato, con premeditación y alevosía, se trataría de un ajuste de cuentas.
La población de Pisco está alarmada por la cantidad de asesinatos que vienen sucediendo en los últimos días, crímenes que quedan en la impunidad. Los pobladores piden mayor presencia de la policía con la realización de patrullajes, asimismo, piden que la unidad de criminalística si existiera, desarrolle al máximo sus funciones para terminar con la impunidad de actos criminales.
Daniel Bravo Dextre