Para que la calidad del servicio de telecomunicaciones sea óptima en todo el país (telefonía celular e internet, principalmente), se requiere de la instalación de un total de 60,000 antenas, reveló el presidente del consejo directivo del Organismo Supervisor de la Inversión en Telecomunicaciones (Ositpel), Rafael Muente.
“De acuerdo con las últimas informaciones al 2020, en total hay 24,580 antenas instaladas en todo el país. No obstante, para tener una calidad de servicio adecuada, considerando las necesidades crecientes de los usuarios, hacia el 2025 se requiere instalar alrededor de 36,000 antenas adicionales”, comentó.
No obstante, uno de los factores que afecta el dinamismo de este proceso de instalación son las trabas que establecen algunas autoridades locales.
“Este, en realidad, es el principal problema que enfrentan los operadores. Estas barreras ocasionan que la calidad del servicio no sea la óptima. Ciertamente, está también el factor de la inversión. Para instalar este tipo de infraestructura, se requiere que los operadores inviertan y, en muchos casos, estas decisiones se toman en función a los incentivos económicos que tienen para ello”, precisó Muente.
El funcionario sostuvo que, debido a ello, hay distritos con niveles socioeconómicos más bajos que no cuentan con el nivel de inversión o calidad necesario para mejorar sus telecomunicaciones.
“Donde hay más antenas hay una mejor calidad del servicio; pero también hay otros factores. Si el operador tiene más espectro radioeléctrico, por cada antena puede tener más canales para atender la demanda. Durante la época más complicada de la pandemia, en la cual se generó un gran movimiento de tráfico en los denominados distritos dormitorio (aquellos cuyos residentes normalmente trabajan en otro), los operadores tuvieron la oportunidad de obtener un espectro adicional temporal. Algunos lo obtuvieron y eso se refleja en los últimos datos e índices de la calidad del servicio”, precisó.
Inversiones
Con relación a las inversiones en instalación de antenas que las empresas operadoras deben hacer, el presidente del consejo directivo del Osiptel manifestó que es difícil hacer un cálculo de las mismas.
“Se habla de entre 50,000 y 100,000 dólares para la electrónica e infraestructura básica por antena, pero esto varía mucho, pues depende de la zona en donde la antena se va a instalar. Hay que tomar en cuenta que este tipo de infraestructura es complicada”, refirió Muente.
Otro problema es la adquisición de los terrenos. “Inclusive, hay localidades que exigen el pago de cupos a los operadores para utilizar los terrenos. Ahora, también han aparecido empresas que alquilan infraestructura a los operadores para que instalen sus antenas, son las empresas denominadas torreras”, detalló el director de Fiscalización del ente regulador, Luis Pacheco.
Pese a ello, Muente aseveró que, comparado con el 2019, en Lima Metropolitana y el Callao hubo una mejora sustancial en 10 puntos porcentuales en el servicio de telefonía móvil e internet. “Ello implica un esfuerzo de los operadores para brindar un mejor servicio ante la necesidad y, además, muestra el poder que tienen los usuarios ahora para demandar mejores servicios y así comunicarse mejor”, puntualizó.