Después de tres años de incomprensión y desamparo, los comerciantes discapacitados de la provincia de Ica -literalmente- “fumaron la pipa de la paz” con la alcaldesa Emma Mejía Venegas y sus funcionarios, con la finalidad de que puedan trabajar libremente y cese la discriminación.
Así lo reveló a este diario regional la dirigente de la Asociación Unión Autogestionaria para Personas con Discapacidad -UNADIS- Ica, Dora Alicia Torres Huamán, quien manifestó que la reunión de concertación se llevó a cabo en la Biblioteca Municipal “José de San Martín”, donde también participaron los gerentes de Desarrollo Social, de Desarrollo Económico y de la Subgerencia de Seguridad Ciudadana.
La dirigente aclaró que en la reunión del jueves sólo hubo acuerdos verbales, quedando empeñada la palabra de la autoridad edil y de sus funcionarios, quienes se han comprometido en realizar una serie de modificaciones a la Ordenanza N° 021-2019, a fin de que la municipalidad les permita laborar libremente en la vía pública, actuando como guías turísticos, conforme lo han venido haciendo desde hace varios años.
Otro acuerdo es que la gerente de Desarrollo Económico adopte las correcciones frente al continuo acoso y hostilización que sufren los dirigentes de UNADIS de parte del Serenazgo y la Policía Municipal, con apego a la política de inclusión socio-económica por parte del Estado.
Asimismo, la Gerencia de Desarrollo Social deberá establecer los correctivos para que cese todo acto de discriminación en contra de UNADIS.
Como reflexión final diremos que en el Perú existen más de 1.5 millones de personas con discapacidad y en términos laborales nos encontramos aún muy lejos de ser un país inclusivo con este grupo de personas que constantemente sufren discriminación por su apariencia física y vulnerabilidad.
La Ley N° 29973, de fecha 13 de diciembre de 2012, tiene la finalidad de establecer el marco legal para todo aquello relacionado a la vida y protección de derechos de una persona con discapacidad. Esto busca el buen desarrollo de la persona y una participación efectiva en la vida política, económica, social, cultural y tecnológica de nuestro país. Lamentablemente, la norma casi nunca se cumple.
Daniel Bravo Dextre