A medida que se acorta el tiempo para que este 28 de febrero culmine el contrato suscrito en el 2015 por la municipalidad de Ica con Diestra SAC, se incrementan las tensiones entre los regidores y la alcaldesa Emma Mejía Venegas, quien ineludiblemente enfrentaría a partir del 1 de marzo próximo una dramática crisis en el servicio de limpieza pública.
La autoridad edil asegura contar con planes de contingencia, mientras que los componentes del Concejo Provincial han adelantado que no aprobarán situaciones que no les corresponden como fiscalizadores y legisladores; a la vez aseguran que la alcaldesa, por ser titular del ejecutivo o de la administración municipal, debe enfrentar los problemas que le atañen.
Uno de esos problemas es el pedido que ha formulado vía notarial la concesionaria Diestra SAC, en el sentido que la municipalidad le amplíe el contrato por 7.5 meses, correspondiente al periodo en que exexalcalde Carlos Ramos Loayza suspendió la contraprestación de manera unilateral, obligando a que la empresa suspenda el servicio y el pago de lo pactado.
En declaraciones a este diario regional, uno de los regidores ha dicho que esa pretensión tiene que ser evaluada por la administración municipal y no por el Pleno del Concejo; debido a que el problema lo originó el entonces alcalde Ramos Loayza y no el cuerpo de regidores.
Otro tropiezo que se le presenta a la alcaldesa guarda relación con la recomendación que habría formulado el MEF; en el sentido que el incremento de la contraprestación no sea a través de una fórmula polinómica que establece el contrato, sino mediante el índice inflacionario que establece el INEI.
En el supuesto que se le renueve contrato a Diestra SAC, en marzo ya no se le pagaría los 750 mil soles que pretende cobrar, sino una suma mucho menor que obligaría a la empresa dejar de insistir en la renovación.
Contingencia
Para ello, la alcaldesa ya tiene un plan de trabajo para el servicio operativo de limpieza pública, donde se calcula que este año la municipalidad gastará más de 16 millones de soles y el próximo año más de 11 millones.
Según el documento, el Plan de Contingencia “involucra un sinceramiento de costos, los mismos que resultan coherentes para una propuesta técnica, acorde a nuestra realidad, además de constituir una alternativa no vinculante”.
El plan para este año contempla: Dervicio de barrido de calles (incluye servicio de baldeo) S/ 3´076,143.50; Servicio de limpieza de espacios públicos S/ 1´122,200.00; Servicio de recolección y transporte de residuos sólidos S/ 9´579,680.00; Servicio de disposición final de residuos sólidos S/ 1´981,280.00 y Servicio de valorización de residuos sólidos S/ 606,611.00. Costo total anual 2022: S/ 16´365,914.50.
Los regidores consultados manifiestan que estos costos están muy elevados; por cuyo motivo el día que sea tratado pedirán que sea reajustado, caso contrario no darán su voto aprobatorio.
Todo hace suponer que, a las finales, la alcaldesa Emma Mejía tendrá que enfrentar sola el gran problema que se avecina en el servicio de limpieza; no sólo el de buscar la logística para el recojo de desechos sólidos y su traslado al botadero, sino de atender por su propia cuenta y riesgo la pretensión de Diestra SAC para que se le amplíe el contrato por más de siete meses.
Es un verdadero laberinto que podría terminar en los tribunales de justicia. Qué salida legal puede esgrimir la alcaldesa en caso decida atender la pretensión de Diestra para evitar una eventual denuncia, si muy sabido es que los regidores no tendrían la mínima voluntad de prorrogar por 15 años más el cuestionado contrato. Carlos Ramos, causante del agudo problema ya no está en el sillón edilicio, por lo que Emma Mejía tendrá que cargar con ese pasivo que es como un ladrillo caliente que nadie quiere sostener en sus manos ni por una fracción de segundo.
Daniel Bravo Dextre
