| Daniel Bravo Dextre
Desde la madrugada de ayer, la municipalidad provincial de Ica viene ejecutando un plan de reordenamiento de la Av. Fernando León Arechua, conformante de uno de los principales anillos viales que comunican la ciudad de Ica con la zona noreste de la provincia, como son los distritos de La Tinguiña, Parcona, Subtanjalla, San Juan Bautista y Los Molinos.
Desde hace meses, la referida arteria interdistrital ha venido siendo ocupada con mercadería de comerciantes que se ubican muy cerca al mercado Toledo, generando obstrucción de la vía pública, dificultando el tránsito peatonal y comprometiendo la seguridad de la ciudadanía en general.
La alcaldesa Emma Mejía Venegas, a través de un boletín informativo, dio a conocer que el plan de ordenamiento se hace en cumplimiento a la Ordenanza Municipal N°010-2011-MPI, Ordenanza Municipal N°007-2011-MPI y la Ordenanza Municipal N°001-2020-MPI, que prohíbe la ocupación de espacios de dominio público con mercancías, enseres y otros productos.
Asimismo, anunció que durante los días de intervención se hará prevalecer la Ordenanza Municipal N°015-2011-MPI, que prohíbe el ingreso de vehículos superior a las seis toneladas al centro de la ciudad de Ica, desde las 6:00 de la mañana hasta las 10:00 de la noche.
En ese sentido, la municipalidad de Ica está invocando a la ciudadanía “a no tolerar la invasión de los espacios públicos, el desorden y la informalidad propiciados por algunos malos administrados”, y adelanta que los serenos e inspectores de tránsito realizarán operativos inopinados e intervenciones integrales, a fin de hacer prevalecer el orden y seguridad en la vía pública.
Ya era tiempo que se ponga límites a transportistas y propietarios de negocios del centro de la ciudad de Ica y alrededores, como las urbanizaciones Santa María y Los Viñedos de Santa María, quienes en forma abusiva descargaban sus productos a cualquier hora del día, generando gran bullicio y obstaculizando la vía pública.
En el caso de la urbanización Santa Martín, los vecinos no sólo protestan por el caos vehicular que ocasionan los volquetes y camiones de carga, sino que rechazan la presencia de vehículos de gran tonelaje porque rompen las tuberías de agua y desagüe; peor, si se trata de la red de gas doméstico.
