
| Mg. Juan Carlos Romaní Chacón
Presidente del Comité Patriótico
Bicentenario de la Independencia del Perú Provincia de Ica
26 de noviembre de 1820 – 2022
Conmemoración: 202 años del combate de la Pampa de Yauca – Ica
Homenaje a Santa Cecilia, santa patrona de los músicos
El sábado 26 de noviembre del presente año 2022 se cumplirán 202 años de un combate injustamente olvidado, entre fuerzas patriotas y fuerzas realistas, que ocurrió el 26 de noviembre de 1820, a 24 kilómetros al sureste de la ciudad de Ica. Vale decir, en los alrededores del santuario de la venerada imagen de la Virgen del Rosario de Yauca, patrona del distrito iqueño de Yauca del Rosario.

Recordemos que, al este del departamento de Ica, atravesando los contrafuertes andinos se encuentra el departamento de Huancavelica, y Arenales emprendió la marcha hacia la sierra desde la plaza de armas de Ica, siguiendo la ruta ancestral noreste, por el cauce del río Ica, hacia Tambillo y Castrovirreyna.
Y, por el sureste de Ica se encuentra la ruta ancestral que siempre ha conectado los pueblos de la costa y de la sierra, en este caso Ica, Yauca, Córdova y otro camino, una quebrada cercana a la pampa de Yauca, conectando Ica, Tingue, Tibillo (Palpa) y Córdova (Huancavelica). El virrey Pezuela fue informado que el pueblo iqueño se atrevió a jurar su independencia el 21 de octubre de 1820, y que ese mismo día su “libertador” -Álvarez de Arenales- emprendió marcha hacia la sierra, dejando una pequeña guarnición patriota. Había transcurrido un mes desde la proclamación de la independencia de Ica y los campesinos, arrieros y comerciantes iqueños continuaban su instrucción militar, con su propia banda de música (nuestro homenaje y gratitud eterna a Santa Cecilia, santa patrona de los músicos), bajo el mando de los oficiales argentinos Bermúdez y Aldao, enviados por el Libertador San Martín.
Pezuela organizó sus fuerzas realistas y envió al batallón “Burgos”, al mando del coronel Pardo. Una fuerza realista veterana que marchaba desde Lima a Ica, de norte a sur; y la pequeña y novata guarnición de civiles iqueños tuvo que marchar hacia el sureste, para evitar una catástrofe total. Los primeros soldados peruanos, eran una milicia cívica y conformaban la retaguardia de Bermúdez y Aldao, que ya se habían adelantado hacia la sierra. Pero, como esta pequeña fuerza patriota iqueña no estaba al mando de grandes y famosos militares extranjeros -y por haber sido derrotada- su gesta heroica pasó desapercibida para un grupo selecto, de la élite de los historiadores nacionales y extranjeros, acostumbrados a resaltar y exaltar a grandes oficiales de apellidos de abolengo, del Perú y del extranjero, salvo honrosas excepciones. Y así transcurrió esta historia, sepultada durante 202 años, escondida en los libros y documentos históricos, en archivos y bibliotecas del Perú y el mundo.
Los antecedentes del año 1820
Luego de las primeras victorias de las fuerzas patriotas (Palpa,7 de octubre; Changuillo y Nasca, 15 de octubre; Acarí, 16 de octubre), en territorio de la actual región Ica, el coronel Arenales -enviado por San Martín- en cabildo abierto del 21 de octubre y con el flamante gobernador político y primer alcalde de Ica independiente, Juan José Salas, se proclamó la independencia de Ica. Ese mismo día, Arenales emprende la titánica marcha militar desde la plaza de armas, hacia el río Ica, aguas arriba; rumbo a los actuales distritos de La Tinguiña, San Juan Bautista y San José de Los Molinos, y luego a la sierra, a combatir, libertar y proclamar la independencia de Huancavelica, Huamanga, Huanta, Huancayo, Jauja, Tarma y Cerro de Pasco. Y ese mismo día, 21 de octubre de 1820, desde Pisco, San Martín oficializó con decreto la primera Bandera del Perú y la creación del Escuadrón de Caballería Afroperuano “Auxiliares Patriotas de Ica”, que se integró a la Expedición de la Sierra, del coronel Arenales.
Las referencias históricas del combate olvidado de Yauca del Rosario
Las siguientes referencias históricas confirman la realización de la gesta heroica iqueña, ocurrida en las famosas pampas del actual distrito de Yauca del Rosario, provincia de Ica, región Ica; y obliga a nuestras autoridades nacionales, regionales y locales a cambiar de actitud, de volver la mirada con humildad, con respeto, con orgullo a nuestro glorioso pasado, a nuestras raíces, y rendir homenaje a los héroes iqueños anónimos que ofrendaron sus vidas por las actuales generaciones de iqueños y las siguientes; héroes iqueños olvidados, cuyo legado de coraje, valentía, resistencia, responsabilidad y disciplina debemos replicar en la actual guerra contra la pandemia.
Referencia histórica número 1:
“….columna enemiga, se vieron forzados a juntar los pocos soldados que tenían bajo sus órdenes y la gente que les quedaba fiel, y a emprender con ellos la retirada a la sierra para reunirse con aquel jefe. Su retaguardia fue alcanzada por Pardo el 26 de noviembre, cinco leguas al sureste de Ica (24.1402 kms.), sostuvo un corte choque y perdió catorce hombres, cuatro heridos, trece prisioneros y una buena parte de los caballos, fusiles y municiones que tenía para armar voluntarios (1). Un poco más adelante, en Tibillo y Córdoba, los indios excitados por los curas realistas y armados de hondas y palos, atacaron la columna patriota con singular ardor; pero ésta consiguió abrirse paso, internarse en la sierra, en cuyos pueblos los indios no eran hostiles, y venciendo todo orden de dificultades, durante una marcha de cerca de veinte días, llegar al pueblo de Huancayo donde fueron recibidos favorablemente. Allí pudieron tomar algún descanso y recibieron la noticia del triunfo de Cerro de Pasco, con la orden de seguir retirándose hacia el norte y de evitar todo combate formal con las tropas realistas que se habían reconcentrado en la misma región de la sierra que acababa de recorrer Arenales.
(1) Dos oficiales patriotas, el capitán del número 11 don José Cornejo y el ayudante don José Ignacio Yáñez, tomaron después de esto servicio en el ejército del Rey.
El Virrey, en comunicación de 19 de diciembre, recordaba a San Martín la presencia de esos oficiales en el ejército realista para demostrarle que no era éste el único que sufría deserciones en aquella campaña. Hablaba también allí del capitán don Francisco Melo, que se había presentado en Lima un poco antes que ellos. Era éste un oficial del batallón número 5 que en la noche del 13 de noviembre había intentado sublevar ese cuerpo, al parecer para pasarse al enemigo. El batallón, que se había puesto en movimiento a la primera voz de mando de ese oficial, le desobedeció cuando sospechó las intenciones de éste. Viendo frustrados sus propósitos, Melo emprendió la fuga y fue a presentarse a Lima. Allí se le tomó por espía de los patriotas y solo logró desvanecer esta desconfianza cuando hubo publicado una exposición o proclama en que invitaba a sus antiguos compañeros de armas a abandonar las filas patriotas y a incorporarse en el ejército del Virrey. Melo, sin embargo, no tuvo imitadores. El gobierno de Chile, justamente indignado por este suceso, encargó a San Martín que no omitiera diligencia para apoderarse de ese oficial, a fin de hacer un escarmiento.
Fuente:
“Historia general de Chile” – Diego Barros Arana – Tomo: Décimo Tercero – Pág. 103
Editorial Universitaria – Centro de Investigaciones Diego Barros Arana
Santiago de Chile