| Por: Luz Mery Canales Trillo
@LuzCanalesTrillo
Vicegobernadora regional de Ica
No cabe razón lógica para un ataque desmedido y un hostigamiento que parte del mismo gobernador regional, en clara muestra de invisibilizarme políticamente. Desde inicios de gestión denuncié el hostigamiento administrativo, político y judicial absurdo hacia mi persona. Intervino oportunamente la Defensoría del Pueblo, el Ministerio de la Mujer e instituciones competentes, solicitando al propio gobernador el cese del acoso y hostigamiento, en clara afectación a mis derechos políticos como autoridad regional.
Desde entonces he seguido trabajando por la región, atendiendo sus demandas, escuchándolos y canalizando sus pedidos ante las instancias correspondientes. Sin embargo, esto ha herido a quienes deseaban verme extinta. Por lo que la persecución ha seguido y cada vez con mayor bravura. En marzo se cambió la directiva interna del Gobierno Regional, donde quitaban ciertos derechos que ostentaban vicegobernadores anteriores. También cortaron ciertas facultades para comunicarme de manera interna y externa documentalmente.
Pese a estas limitaciones al ejercicio justo de mis funciones, sustentadas en la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales, lanzaron malintencionadamente -a través de algunos comunicadores altamente solventados- la falsa información de haber usurpado funciones, hecho que nunca ocurrió y dichas denuncias fueron archivadas en la fiscalía. En medio de todo este acorralamiento he seguido trabajando y no me he detenido ante tanta necesidad de los sectores vulnerables que requieren de sus autoridades. Otra vez, este hecho de seguir escuchando a la población y denunciando hechos de corrupción vuelve a enojar a los aludidos.
Recientemente, con fecha 15 de junio, el Gobierno Regional emite una Resolución Gerencial donde corta mis derechos políticos constitucionales, contraviniendo no solo la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales sino la propia Constitución. En el Derecho, una directiva regional jamás puede contravenir ni estar por encima de una ley, menos de la Constitución. Por supuesto, he tomado las medidas legales al respecto. Este accionar reiterado de pretender sacarme de la vicegobernación no es más que una desesperación absurda. Toda directiva es aprobada por la máxima autoridad regional. ¿Algún periodista -de la carpeta- que informe esto?
La vicegobernación no será más un cargo decorativo lo dije en campaña y lo estoy cumpliendo. Qué pena, no oigo a ningún consejero “fiscalizador” ante los evidentes hechos irregulares, también es notorio el silencio de la Contraloría. Estamos trabajando desde instancias nacionales para que no se vuelva a acosar ni hostigar a ninguna mujer política, menos a las próximas vicegobernadoras, sólo por oponerse a hechos irregulares y denunciar actos de corrupción. Si antes se callaron es hora de decirlo fuerte. ¡Seguimos adelante!
