| Por: Lic. Jesús Acevedo Herrera
Lo repito y lo vuelvo a decir: “Qué daría por retroceder el tiempo y regresar los años en la tierra que me vio nacer, para evocar emocionado y orgulloso que allí, en Pisco, hace 203 años, un 8 de setiembre de 1820, en la Bahía de Paracas desembarcó la expedición libertadora del general José de San Martín para dar el primer grito de la libertad en el país, haciendo flamear la primera bandera nacional e iniciando la lucha emancipadora contra el yugo español…”
Cómo quisiera regresar a los años cuando era estudiante y encontrarme en las aulas del Colegio Nacional “José de San Martín”, alma mater de la educación en Pisco, y volver a escuchar a mis profesores Reyes, Covarrubias, Merari Córdova, Carlos Medrano, Efraín Fernandini, Solís, el “teacher” Guerra, Merino, Silva, Córdova, del sub oficial EP Izquierdo, de IPM; del profesor de Educación Física, Piscoya; de los auxiliares de educación Carlos Cánepa, Maravi, Hernández, Carlos Saravia y muchos otros más. Lamentablemente, la mente olvida, pero seguro que lo recordaré.
No olvido muchas cosas que aprendimos y menos aún que, en cada desfile escolar que teníamos, los estudiantes nos “enfrentábamos” con gallardía y marcialidad para defender a nuestro colegio ante conocidas instituciones, como el “San Luis Gonzaga” de Ica y el “José Pardo” de Chincha. Era una “lucha fraternal” y de honor por su divisa y la insignia que teníamos.
Siempre vivirás en mí, querido Colegio “José de San Martín”. El 15 de agosto del 2007, la fachada, aulas y el alma de nosotros mismos fueron destrozadas por el terremoto, pero, la educación, la cultura y forma de ser queda en nosotros. Cada joven que allí estudia y los que somos egresados, con “los añitos” y “las canitas”, es difícil de olvidar.
Mi saludo a las autoridades, a la población y a los que conformamos la promoción de egresados del Colegio “José de San Martín”, año 1964. Siempre en esta fecha compartimos alegría, risas y recuerdos. Algunos ya no están, otros enfermos, pero el corazón de cada uno de nosotros late con más emoción cuando recordamos nuestros estudios y los docentes que nos enseñaron. Los años pasan y “golean”, es cierto, pero, también nos hace felices, muy felices, es parte de nuestra vida y de nuestras familias, a quienes adoramos mucho. FELICIDADES PISCO.
¡¡SOMOS TUS HIJOS Y SANMARTINIANOS QUE NO SOLAMENTE NACEN, SINO TAMBIÉN HACEN!!