Tras haber recorrido ya 1,200 kilómetros, el BAP Carrasco de la Marina de Guerra del Perú llegó cerca de la frontera marítima con el Ecuador para cumplir con la misión de sembrar en el mar la primera boya oceanográfica frente a Puerto Pizarro, en Tumbes.
La boya, de aproximadamente tres toneladas, permitirá monitorear el desarrollo del Fenómeno “El Niño” y “Niño Costero”, con el fin de detectar el arribo de las ondas Kelvin en las costas peruanas, explicaron voceros de la Marina.
En Puerto Pizarro, a 100 kilómetros al sur del límite marino con Ecuador, un equipo de oficiales y técnicos de la Marina de Guerra del Perú empezó ayer el proceso de preparación para sembrar en el mar la enorme herramienta, que cuenta con una serie de sensores.
Este equipo medirá la temperatura, salinidad, corrientes y otros datos que puedan recogerse hasta 4,000 metros de profundidad, información que servirá para complementar el estudio del Fenómeno de El Niño y sus efectos en el mar de Grau.
La operación tomó aproximadamente nueve horas, tiempo en el cual el personal acondicionó este moderno y complejo sistema para que reporte diariamente los datos a los especialistas de la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina.
Boya oceanográfica
El equipamiento de la boya oceanográfica y su colocación en el mar requirió de un trabajo cuidadoso, prolijo y exacto; solo de esta manera se puede asegurar la calidad de la información que registre.
Uno de los datos importantes es conocer el arribo de las ondas kelvin a la costa peruana, dado que la profundidad de su presencia puede determinar cuánto variará la temperatura del mar.
