Los cines de mis tiempos: Rex, Ica y Dux

Para los que somos de esa generación de los 50’s y los 60’s, que de a pocos nos estamos yendo, hay escenas de nuestra niñez y de nuestra juventud que se han quedado marcadas en nuestra memoria, en nuestros recuerdos y en nuestros años vividos.

Hablar de los cines Rex, Ica y Dux es hablar de historia, es hablar de Santos el enmascarado de plata, de Blue Demon, de Miguel Aceves Mejía, de las mejores rancheras, de las mejores películas de Raphael, de las primeras películas «hot» italianas, que llegaban primero en vermouth y luego en continuado, 3 películas en una sola.

El Cine Rex era un clásico, si entrabas por la galula te encontrabas con Tony, al ladito nomás su viejito vendía olorosos, grasosos y suculentos sandwichs de carne, con su respectiva lechuga.

El señor Álvarez tenía una voz ronca, grave y cada vez que Tony se daba sus escapadas al baño del cine, el viejo entraba y con esa voz de ultratumba decía TOOOOONYYYYY, …y mi amigo Tony salía corriendo.

Los domingos la galería del Rex era una feria, en la Plaza Barranca estaba Rocha, que alquilaba revistas.

Juégala, Juégala, Juégala, gritaba a viva voz, con esa voz aguardientosa; era la rifa de las revistas que él alquilaba, y los domingos esperaba a los incautos que bajaban de la chacra, inocentones ellos, y con sus escasas propinas le compraban a Rocha el número de la suerte, a ver si se sacaban el premio que eran 10 revistas, entre ellas El Llanero Solitario, Kalimán, Hermelinda Linda, Aniceto, Archie, La pequeña Lulú, pero la rifa estaba más amarrada que nudo de marino; había no menos de 4 chistosos que siempre se sacaban la rifa, entre ellos yo y el “feo” Huayanca. Que Dios me perdone y me lleve a su gloria eterna.

El Cine Dux era otra cosa; las chicas más bonitas de Ica iban los sábados y domingos a ese cine, en matinée y en vermouth. Era el cielo.

Ahí ya se acababan las hot de lunes a viernes, ahí uno se ponía simpaticón para ver si a lo lejos veías al ángel que te quitaba el sueño, a la niña de tus ojos, a tu ninfa enamorada; la veías acompañada de sus amigas, te conformabas con mirarla a lo lejos, era suficiente.

En ese tiempo una de las chicas más bonitas era Luciana Cabrera, hermosa y bella jovencita de mis tiempos.

Hoy, cuándo voy a Ica y veo a los cines Dux, Ica y Rex como tragamonedas o venta de artefactos eléctricos, o como centros comerciales, la pena me embarga, eran los cines de mi niñez y de mi juventud, eran mis cines, los que me albergaron con la mancha de los primos y los amigos.

Ya no hay las esquinas con los anuncios de los 3 cines, ahí tenías la cartelera de toda la semana, ahí las pegaban, en cada esquina, en mi barrio, en tu barrio, en todas las esquinas.

Hoy, ya no hay los domingos de matinée en el Dux, o los martes y jueves en el Cine Ica con Iván Cruz, con Los Hermanos Castro, con Manuel Donayre.

Se bajó el telón, se acabó la música de Ray Connif en el inicio del cine, se acabaron los aplausos cuándo aparecía Santos con Blue Demon para pelear contra las momias. Se encendieron las luces y ya nunca más se apagaron.

Nota Anterior

Ministro del Interior llegó a Barrio Chino para supervisar despliegue policial

Siguiente Nota

Sunampe inicia actividades celebratorias por su 79º aniversario

Últimas noticas en Columnas