Debido al incremento del volumen del caudal que diariamente presenta el río Aja, provocado por las persistentes lluvias que se producen en las quebradas ayacuchanas desde hace más de una se semana, los habitantes y agricultores se muestran muy preocupados debido a que sus casas y sus terrenos agrícolas están siendo afectados.
Tal es el caso de algunas viviendas en el cercado de Nasca, así como las viviendas de las señoras Andrea Solís y Rosario Palomino, en los sectores Tiza Alto y Aja Alto, respectivamente.
Asimismo, se han visto afectados viviendas y terrenos en los caseríos de la parte baja, como Llicuas, Anglia, Achaco y Curve Bajo, que también se benefician de las aguas del mencionado río.
Según refieren los afectados, que habiendo tanto dinero que ha destinado el gobierno para realizar con responsabilidad las defensas ribereñas, lamentablemente no se han efectuado enrocados en los sectores críticos, enmallados resistentes y solo se han abocado a hacer arrimado de ripios y arena, que con el alto volumen de agua que sigue discurriendo se ha derribado y los diversos terrenos han sido arrasados.
“Las autoridades nos tienen abandonados, no recibimos el apoyo de nadie; los escasos recursos económicos tenemos que utilizarlos para poder solicitar el apoyo humanitario de los empresarios privados, para poder paliar la situación”, indicaron finalmente.
