Mg. Juan Carlos Romaní Chacón
Presidente del Comité Patriótico Bicentenario
de la Independencia del Perú – Provincia de Ica
8 de marzo 2024: En el Día Internacional de la Mujer
Homenaje a las aguerridas mujeres de la Independencia de Ica y del Perú
Revalorando sus acciones heroicas en tiempos del dengue
James Paroissien, médico inglés y cirujano jefe del Ejército Libertador del Perú, y médico personal del general don José de San Martín, escribió en su diario, lo siguiente:
Pisco, 22 de octubre de 1820
(un día después de la proclamación de la independencia de Ica)
“Muy atareados con los preparativos para marchar. Infinidad de gente vino a ver al General San Martín y a solicitarle no les abandonara. El recibe una delegación procedente de Ica que viene a pedir instrucciones para actuar durante su ausencia. Cuán degradada es la mente de esta gente por su servilismo a los españoles. Cuando estos delegados estaban por partir, suplicaron (porque se consideraban grandes patriotas) al General San Martín para que eximiera del servicio a sus esclavos y no tocara sus bienes. El General, desde luego, les dio una severa lección. ¡Qué contraste con la actitud de una pobre negra, que hubiera sido inmortalizada, si hubiera vivido en Grecia o en Roma! Ella vino a despedirse de sus tres hijos, y dándoles todos los víveres de que disponía más un real a cada uno y un ave, suplicó la bendición de Dios para ellos. Luego declaró que lo único que ella sentía era no tener 30 hijos en vez de 3 para que peleasen por una causa tan noble. Su elocuencia era extraordinaria…de un alma muy grande. Irrumpió en llanto y se fue precipitadamente, alcanzando a decir: “Sea hijos míos, volved victoriosos o morid en el campo de honor. Pelead duro con los chapetones y no les permitáis que remachen para siempre las cadenas que nos han afligido”.
James Paroissien, continúa y escribe en su diario:
“Oct. 23: Toda la infantería (excepto el 5) y la artillería marchó anoche al punto donde embarcarán. Muchos negros visitaron al General San Martín rogándole los llevara, pero él no disponía de medios y los envió a Ica, donde Aldao ya tiene 350 caballos (aquí están acostumbrados a montar), bien armados y decididos a luchar por su libertad. Pronto contará con 1000 hombres y más, si así lo desea. Varios padres de familia vinieron a ofrecer a sus hijos al General. Conmovido por las lágrimas y súplicas tomé unos cuantos, y luego de obtener un documento que acreditara su libertad, los cedí como sirvientes a diversos amigos míos. A medida que el General San Martín avanzaba en dirección al puerto para embarcar, al atardecer, se le iban acercando grupos de negras que le pedían su bendición la cual daba de buen grado y les rogaba retornaran a sus seres queridos, prometiéndoles San Martín que, aunque momentáneamente no podía libertar a todos, muy pronto haría que aboliesen esa horrible costumbre de la esclavitud. Una de ellas…llena de admiración, dijo: “Dios te bendiga. Ojalá que te volvieras piedra y así nunca te murieras y te tendríamos siempre entre nosotros como nuestro protector”. Que emocionante resulta este lenguaje a nuestro corazón cuando es sincero.
Fuente: JAMES PAROISSIEN. “ANOTACIONES PARA UN DIARIO”
COLECCIÓN DOCUMENTAL DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ
TOMO XXVI “MEMORIAS, DIARIOS Y CRÓNICAS” VOLUMEN 2º.
Recopilación y prólogo de FÉLIX DENEGRI LUNA
Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú
Lima, 1971
James Paroissien, el médico de la Libertad e Independencia del Perú
James Paroissien, citado en América del Sur como Diego Paroissien (Essex, Inglaterra, noviembre de 1781 – en alta mar, 1827) fue un médico británico que tuvo una destacada actuación en el proceso de la Independencia de la Argentina, de Chile y del Perú.1
En el Perú
Se embarcó en la Expedición Libertadora del Perú como médico jefe y como edecán de San Martín. Acompañó al general en su entrevista con el virrey José de la Serna, que él mismo gestionó, y posiblemente fue el autor de la idea de implantar en el Perú una dinastía de origen español. Fue premiado con la Orden del Sol y ascendido al grado de general de brigada.
Tras la toma de Lima y la Declaración de Independencia del Perú, fue enviado junto a Juan García del Río en misión diplomática a Chile, Buenos Aires y Europa, para gestionar el reconocimiento de esa independencia y, posiblemente conseguir un rey para coronar en el Perú. No obtuvieron ningún resultado de sus gestiones en Buenos Aires, donde fueron humillados por la actitud prescindente del gobierno del ministro Bernardino Rivadavia. Al llegar a Londres recibieron la noticia de la renuncia de San Martín al gobierno peruano, lo que hacía inútil su presencia allí. No obstante, Paroissien se quedó en Londres, donde recibió a San Martín en la primera etapa de su exilio y le consiguió alojamiento.
Regresó al Perú, donde se puso a órdenes de Simón Bolívar y acompañó al general Sucre en su entrada al Alto Perú. En abril de 1825 fue nombrado director de minería del gobierno peruano, con la misión de organizar las minas de Potosí. A fines de ese año volvió a viajar a Europa para realizar consultas con especialistas y organizar la concesión de las minas de Potosí a alguna empresa europea. La independencia de Bolivia hizo inútil sus gestiones, por lo que regresó a ese país y fue nombrado director de minería por el presidente Sucre. También proyectó un canal que debía unir el Océano Pacífico con la cuenca del río Amazonas, y por esta al Océano Atlántico.
Su empresa minera quebró a fines de 1826 y perdió todos sus bienes, incluidos los terrenos concedidos por San Martín en Mendoza, como premio a su actuación en Maipú. Se embarcó en septiembre de 1827 hacia Valparaíso, pero falleció en el viaje hacia esa ciudad, donde fue sepultado.
Fuente: Wikipedia
