| Daniel Bravo Dextre
El tiempo -literalmente- devoró a los maestros textiles de la cultura Nasca, únicos en el mundo al bordar mantos ceremoniales hasta con 82 tonalidades de dolor. Los ceramistas también desaparecieron; pero, más de mil años después volvieron gracias a la fuerza telúrica y los misterios de la genética que los trajo a la vida a través de la herencia cultural.
Desde hace 50 años existen en Nasca una especie de ceramistas resurrectos que lograron rescatar de los pasos perdidos del tiempo las técnicas del moldeado, cromado y cocción de la cerámica nasquense. Las réplicas han sido tan idénticas al punto que han confundido en más de una oportunidad los controles aduaneros, al requisarlas pensando que son auténticas.
A fines del 80, las autoridades peruanas obligaron a los ceramistas a que coloquen en sus creaciones artísticas la palabra RÉPLICA para así diferenciarlas de las auténticas que son extraídas de las tumbas por el huaqueo.
Escuela
Es así que la ANEA Región Ica hace un año tuvo la feliz iniciativa de que en Nasca exista un Instituto de Educación Superior Tecnológico de Cerámica, donde se forme a artistas alfareros que continúen la línea de sus ancestros.
Es así que la ANEA, presidida por el poeta-abogado Wilfredo Muñoz Pisconte, canalizó la iniciativa a través del legislador Jorge Marticorena Mendoza, cuyas gestiones han tenido un primer logro al aprobarse el dictamen del Proyecto de ley N 7589 – 2023 – CR, en la Comisión de Educación del Congreso de la República, en el que se plantea la creación del Instituto de Educación Superior de la Cerámica.
Como siguiente paso, ahora el congresista Marticorena viene consensuado con sus colegas de las demás bancadas para que se apruebe pronto la Ley, que deberá ser promulgada por el Ejecutivo, según reveló a este diario regional Wilfredo Muñoz.