El futuro de la Universidad Nacional “San Luis Gonzaga”
| Por: Julio César Ortiz Rojas
Periodista colegiado
Registro CPP 0328- Región Ica
Ortizrojasjulio0@gmail.com
A lo largo de sus 68 años de existencia, la Universidad Nacional San Luis Gonzaga, nuestra universidad, ha alcanzado logros significativos, siendo uno de los más destacados el Licenciamiento Institucional, obtenido con los más altos estándares de calidad entre las universidades públicas del Perú. Este hito reafirma el compromiso de nuestra casa de estudios con la excelencia académica y el servicio a la comunidad.
Sin embargo, nos preocupa profundamente la manera en que se ha venido gobernando recientemente. Las autoridades encargadas no están cumpliendo con los requisitos establecidos, y parece que interpretan la ley, el statuto y los reglamentos de acuerdo con sus propios intereses. Además, es alarmante la presencia de funcionarios y asesores con antecedentes judiciales, procesados y sentenciados, lo cual no solo genera desconfianza, sino que deteriora la imagen y la integridad de la única institución de educación superior universitaria pública en la región Ica.
Hoy se llevarán a cabo las Elecciones Generales para la renovación de autoridades. Este es un momento crucial para nuestra universidad, donde es fundamental que los electores promuevan una gestión honesta, transparente y verdaderamente comprometida con el bienestar institucional. Es vital que no permitamos el continuismo de prácticas opacas y vedadas, como las observadas en el actual Comité Electoral Universitario, cuyas acciones parecen contar con el aval de las actuales autoridades universitarias.
Hacemos un llamado a la concordia y a la ecuanimidad. Es imperativo que los principios y valores democráticos sean respetados y que tanto estudiantes como docentes puedan ejercer su derecho al voto de manera libre, sin presiones ni chantajes. Solo así podremos elegir a líderes que gobiernen para todos, que busquen el desarrollo sostenible y el progreso de nuestra universidad, y no para beneficiar a pequeños grupos de poder o allegados.
En este contexto, el futuro de nuestra universidad debe construirse desde una visión inclusiva y democrática, donde se privilegien los intereses colectivos por encima de los personales. Recordemos que esta institución fue creada por el pueblo y para el pueblo, y es nuestra responsabilidad garantizar que siga siendo así.