Cerca de las 11 am de ayer, un pavoroso incendio rompió la tranquilidad en el vecindario de pasaje Torres.
Una vivienda de la familia Guerrero y en otros predios aledaños, como el de la familia Torres, fueron las más afectadas.
Aunque las verdaderas causas aún son materia de investigación, tras ocurrido el siniestro, los propios vecinos fueron quienes a pesar de sufrir la escasez del líquido elemento, sacaron toda el agua que guardaban en envases y hasta en botellas de plástico, para tratar de sofocar las lenguas de fuego que avanzaron rápidamente hasta el segundo piso de las viviendas.
Los predios afectados se encontraban en dicho pasaje, que por cierto es bien angostas y algunos no tienen salida. Una cisterna de la compañía de bomberos tuvo que socorrer por la avenida José Olaya, haciendo hasta lo imposible para tratar de hacer llegar sus mangueras y apagar el incendio.
Se acabó el agua hasta de los vecinos, y la empresa Semapach tuvo que apoyar inmediatamente con otra cisterna.
Una vez sofocado al 100% el fuego, recién se pudo advertir la magnitud del incendio. Las pérdidas materiales eran cuantiosas para ambas familias, entre ropa, utensilios, muebles y hasta artefactos electrodomésticos. (Marco Pachas Castilla)
