Ambulantes logran otra vez imponer su presencia en calles céntricas de Ica

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Daniel Bravo Dextre

Por cuarta vez y segundo año consecutivo, en lo que va de la gestión del alcalde Carlos Reyes Roque, los ambulantes imponen su presencia en las calles a la mala, desafiando a la autoridad municipal.

En el 2023 y en el 2024 se dieron las mismas variables en Navidad y Año Nuevo. Desde las 7:00 de la mañana media centena de policías municipales, entre hombres y mujeres robustos, correctamente uniformados, se desplazaban por las calles Independencia, Castrovirreyna, Amazonas y Av. Grau, pensando que su presencia intimidaba a los comerciantes informales para que no ocupen la vía pública.

Desde esa hora un centenar ya estaba por esas arterias con su mercadería en mano tratando de apoderarse de un metro cuadrado. Apenas uno de ellos dejaba sus plásticos en el suelo le caían cinco o siete uniformados gritándole para que se retire y forcejeando para intentar arrebatarle sus productos y llevarlos al depósito municipal (campo ferial).

Así pasaban las horas entre jaloneo y griterío; pero, los ambulantes tercamente seguían allí esperando su momento. Los más avezados con tatuaje en el pecho no se hacían problema, porque desde la noche anterior marcaban su territorio con un pedazo de ladrillo, anotando sus apodos como: “Culebrita”, “Chilindrina”, “Calavera” y otros, y se iban a descansar a sus casas hasta esperar la hora indicada.

Y la hora llegaba, porque desde las 4:30 de la tarde comenzaban a llegar de todos los confines de la ciudad unos tres mil ambulantes, con sus “guardaespaldas” de Mollendo, Acomayo, calle Pisco, Maúrtua y calle Paita.

Era imposible detenerlos, porque quedaba poco espacio para que los policías municipales se movilicen y si intentaban arrebatarle a uno solo su mercadería salía en su defensa una “nube” de ambulantes que era difícil vencer.

En realidad, la autoridad municipal sabe perfectamente que al final los informales impondrán su presencia; pero, intenta demostrar tener la mejor voluntad de evitar la toma de las calles.

Ciertamente, que no se trata de “comerciantes limeños” que llegan a Ica para ofertar sus productos en las fiestas de fin de año. De esos tres mil que se apoderan de las calles mencionadas, por lo menos el 70% son comerciantes formales que tienen sus puestos de venta en las diversas galerías que existen.

Ellos también fueron ambulantes y tienen el “chip” de la informalidad, estando seguros que en la calle venderán más. Carlos Reyes tendrá que imitar la estrategia que emplearon “Pincel” Oliva y Emma Mejía para poder vencerlos, sin necesidad de violencia.

Toda feria que se implemente en el campo ferial fracasa, porque allí sólo llega el 5% de la informalidad. Es más, solamente van los padres porque sus hijos se quedan en el centro para invadir las calles y vender sus productos.

Estrategias

Emma Mejía creó el Serenazgo sin Frontera e implementó la Escuela del Serenazgo, con personal bien adiestrado para repeler la presencia de los informales que generan desorden, intransitabilidad, inseguridad y calles llenas de basura.

La mayoría de pequeños comerciantes se quedaba en las galerías, mientras que un pequeño grupo insistía porfiadamente en invadir las calles. Para eso Emma Mejía utilizó camiones cisterna para humedecer las calles y la mercadería de los informales. Luego obtuvo un triunfo cuando cerró las vías con tranqueras, controlando que nadie circule con mercadería en la mano.

“Pincel” Oliva también se cansó de echarle agua a los ambulantes y de incorporar al Servicio del Serenazgo a los “taitas” de la Pascana. Es así que con la colaboración de su fiel regidor Francisco “Pancho” Massa y de su experimentado gerente municipal Luis Vila, negoció con los informales para que no ocupen la Av. Grau que es la vía principal que comunica a Ica con varios distritos, y sólo les permitió que se instalen en las calles Ayacucho y Cajamarca en ambas veredas, dejando libre la pista para el tránsito vehicular. Es así que se logró liberar Grau después de 50 años de ocupación cada Navidad y Año Nuevo.

Entonces, Carlos Reyes tiene que asimilar la experiencia de sus antecesores y ejercer liderazgo para imponer el principio de autoridad en las calles, sin exponer a sus agentes municipales para que les lancen piedras, ácido u otros objetos contundentes. 

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