| Daniel Bravo Dextre
Con relación al cierre de la Plaza de Armas al transporte público, existe preocupación en la población iqueña en que el remedio resulte peor que la enfermedad. Los temores son fundados, debido a que existe un caos vehicular infernal en el centro de la ciudad desde que se cerraron las vías de Ica Monumental, a fin de dar paso al pintado de las señales de tránsito.
Los más mortificados son los taxistas y colectiveros, quienes a diario se enfrentan con los mototaxistas que circulan muy lento esperando recoger pasajeros en los paraderos informales que existen en la primera cuadra de Castrovirreyna, primera cuadra de San Martín, primera cuadra de La Mar, primera cuadra de Independencia y en la primera cuadra de Ayacucho con Cajamarca.
Por este motivo, la Policía estaría destinando a partir de hoy más efectivos policiales para que aceleren el tránsito en las horas punta, y así evitar que se formen “cuellos de botella” cuando las mototaxistas y demás vehículos se estacionen más del tiempo permitido en los paraderos mencionados.
Así lo reveló a la prensa el mayor PNP Henry Calderón Vera, jefe de Seguridad Vial del Frente Policial Ica, quien a la vez manifestó que su comando estaba en coordinaciones con la municipalidad provincial de Ica para hacer cumplir las ordenanzas que disponen reformas en el tránsito vehicular por la Zona Histórica de Ica.
Contingencia
Las intenciones de la municipalidad desde luego que son buenas en el objetivo de recuperar y reordenar la Zona Monumental de Ica, con miras a una mejor conservación para el deleite de los ciudadanos y turistas; incluso, se han colocado plantas ornamentales al pie de los portales; pero, sin medidas complementarias todo podría quedar en buenas intenciones.
Esas medidas complementarias aún el alcalde Carlos Reyes no las ha anunciado, pues, solo se ha limitado a decirle a la ciudadanía que tenga paciencia y que a partir del 1 de octubre próximo la Zona Monumental será diferente.
Desde luego que será diferente, porque no veremos una combi, mototaxi, colectivo o taxi circulando por la Plaza Mayor. El gran problema lo tendremos a una cuadra a la redonda, cuando se formen tremendos embotellamientos debido a que todos los vehículos de transporte público, grandes y pequeños, se plantarán en las esquinas para dejar pasajeros o recogerlos.
Este grave problema ya lo estamos viviendo desde el viernes pasado cuando empezó la pinta de las señales de tránsito. Se cerró la Plaza de Armas y calles aledañas sin haberse previsto un plan de contingencia que recién hoy se estaría aplicando, en el sentido de acelerar el tránsito con más efectivos policiales y más inspectores municipales (chalecos amarillos).