
En febrero del próximo año culminaría el polémico contrato de limpieza pública que el año 2005 suscribiera la municipalidad provincial de Ica con la empresa Diestra SAC, durante la gestión del entonces alcalde Luis Oliva Fernández Prada.
En las últimas sesiones de Concejo diversos regidores han adelantado no estar a favor de que la comuna renueve la relación contractual con la concesionaria, no sólo por el deficiente servicio que prestaría, sino porque el Ejecutivo habría emitido una norma prohibiendo a los gobiernos locales entregar en concesión sus servicios de recojo de desechos sólidos y limpieza pública.

Diestra SAC a través de sus voceros siempre ha manifestado que la comuna ha incumplido con una de las cláusulas de la contraprestación, en el sentido de implementar una planta de transferencia cercana a la ciudad para que los camiones no vayan hasta el centro de acopio o relleno sanitario que hace más de seis años sólo funciona como “botadero” municipal.
La municipalidad, en la gestión de Gustavo Martínez García, construyó uno provisional al ingreso a Tierra Prometida, pero al llenarse de roedores la población pidió que sea erradicado. Esto sucedió porque el gobierno regional jamás cumplió con construir una planta de transferencia en el caserío de Cachiche.
El expresidente regional, Alonso Navarro Cabanillas, cumplió con construir el relleno a la altura del kilómetro 12.5 de la carretera camino a Carhuas, el cual duró pocos años porque en la gestión del exalcalde Carlos Ramos Loayza se robaron la geomembrana y desmantelaron los equipos; razón por la cual, Ica se quedó sin relleno sanitario. Peor aún, le pusieron candado para que no sea utilizado ni como “botadero”.
Deuda cero
La historia de problemas es muy larga. Durante la gestión de Mariano Nacimiento, pobladores de Comatrana se opusieron rotundamente a que los camiones de limpieza circulen por su avenida principal, con el argumento que dejaban la basura “regada” por todo el trayecto.

Nacimiento también se retrasó con los pagos de la contraprestación y le generó problemas de financiamiento a Diestra, a tal punto que los grifos se negaban a darle crédito para el combustible.
Tras la vacancia producida, el primer regidor Gustavo “Tabolacha” Martínez asumió la alcaldía para completar el periodo de un año ocho meses que restaba. Fue así que trató de poner las cosas en orden, como es el hecho de sanear la deuda con Diestra SAC y descentralizar la partida de 17 millones de soles que existía para la ejecución de obras vecinales en los 13 distritos de la provincia.
Al comienzo, la dueña de la empresa, Alejandrina Diestra, a través de sus abogados exigía el pago de la deuda acumulada que ascendía a 3.5 millones de soles, incluyendo el capital de 1.2 millones de soles más los intereses. Luego de las negociaciones, los abogados de Martínez lograron que sólo se pague el capital que bordeaba un millón 200 mil soles, dejando la deuda en cero.
Según los datos que hemos obtenido por fuentes confiables, Martínez García dejó la alcaldía luego de 20 meses de gestión, con una deuda de uno a dos meses de limpieza pública.
Problema agravado
La relación entre Diestra y la municipalidad provincial otra vez se agravó cuando Carlos Ramos -de manera unilateral- intentó romper vínculo contractual con la concesionaria, olvidando que de acuerdo al contrato promovido por ProInversión existían una serie de mecanismos legales para romper la concesión, como es el hecho de acudir a un Tribunal Arbitral.
Al producirse una nueva vacancia y al asumir la alcaldía Javier Cornejo Ventura, éste otra vez trató de llevar la fiesta en paz con doña Alejandrina Diestra, cuya empresa también presta similar servicio en el distrito limeño de San Borja y en la provincia de Huancayo.
La alcaldesa Emma Mejía Venegas con cierta dificultad también ha trato de no estropear la relación con Diestra SAC. Sus regidores por Acuerdo de Concejo establecieron multas por arrojo de basura a la calle, al río o acequias; pero, pese a ello, algunos ciudadanos continúan arrojando sus desperdicios en espacios públicos.
Para evitar que la basura se acumule más, la actual gestión, con participación de trabajadores municipales, vecinos y comerciantes, periódicamente lleva a cabo campañas de limpieza en lugares donde los vecinos arrojan sus desechos y por aquellos sectores donde no circulan con frecuencia los vehículos compactadores.
Terminación del contrato
El contrato suscrito por “Pincel” Oliva fue por 15 años, más un año y medio como periodo de prueba. O sea, estaría expirando en febrero del próximo año.
Por este motivo, algunos regidores que ya han tenido experiencia en gestión municipal están recomendando que la alcaldesa, a través de sus abogados, le remita una carta a la concesionaria del recojo de basura, comunicándole la proximidad del término de la relación contractual y que por ley la comuna estaría impedida de renovar contrato.
Ciertamente que el asunto no es fácil, porque es más que seguro que la empresa exigirá que se le pague el último centavo adeudado, incluyendo capital e intereses. Es más, podría negarse a entregar los vehículos y demás equipos, conforme lo estipula el contrato.
Por este motivo es que los regidores están recomendando que, con tiempo, la alcaldesa Emma Mejía compre cinco compactadores, a efecto que la corporación edil maneje un Plan B en caso surjan problemas producto del fin de la relación contractual. Hasta el momento no se sabe exactamente a cuánto asciende la deuda con Diestra SAC. Los candidatos a la alcaldía, que comienzan a aparecer, ¿conocerán esta problemática?
Daniel Bravo Dextre