A causa del inicio de la tercera ola y la declaratoria de nivel de Alerta Alta en las provincias de Ica y Pisco, en el santuario de Luren se redujo el aforo de fieles para que ingresen a escuchar misa y participar de la liturgia católica.
La medida sanitaria transitoria se extiende desde el 7 hasta el 16 de enero, según el Decreto Supremo N° 002-2022-PCM, con toque de queda desde las 11:00 de la noche hasta las 4:00 de la madrugada del día siguiente, a fin de reducir el incremento del nivel de contagios por covid-19.
El ingreso al templo es controlado por miembros de la Hermandad del Señor Crucificado de Luren. El aforo de 150 personas ha sido reducido a 100, a razón de dos personas sentadas por banca.
La Parroquia de Luren y la Hermandad también han habilitado unas 40 sillas para que los fieles participen de las misas en la parte externa del santuario, precisamente en el atrio; por cuyo motivo la puerta principal permanece abierta.
Los fotógrafos acreditados también permanecen atentos al sermón y al culminar prestan el servicio de instantáneas de manera ordenada, conforme el compromiso adquirido.
Asimismo, efectivos de la Policía Nacional se ubican muy cerca de la puerta de ingreso lateral, prestando garantías para que los fieles respeten las normas de bioseguridad; además de repeler la presencia de individuos desadaptados que suelen hacer de las suyas cuando no existe seguridad policial o el Serenazgo.
Por suerte, hay misas seguidas y los fieles que no alcanzan espacio para ingresar esperan pacientemente en la parte externa que da a la calle Piura, haciendo cola hasta que comience la siguiente liturgia.
Daniel Bravo Dextre
