Todo indica que el fatal accidente protagonizado por una avioneta de la empresa turística Aero Servicios Santos S.A., donde perdieron la vida siete personas, se habría producido por una lamentable falla mecánica.
La empresa ha lamentado la muerte de cinco turistas extranjeros, del piloto y el copiloto de la avioneta modelo CESSNA 207 de placa OB2109, y ha dicho que se encuentra colaborando con las autoridades para determinar las causas de la caída de la pequeña nave.
De acuerdo a las investigaciones preliminares extraoficiales y la versión de testigos, las mismas que deberán ser corroboradas por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) del MTC, la nave a los dos minutos de haber despegado del aeródromo “María Reiche” de Vista Alegre, Nasca, habría sufrido desperfectos mecánicos en pleno vuelo, por cuyo motivo el piloto Cristopher Alarcón habría hecho una maniobra para retornar a la pista de aterrizaje; pero, al no darle tiempo habría tratado de descender en una trocha carrozable que conduce a Cahuachi, y al no poder hacerlo se precipitó a tierra y explotó cerca al sector de Majoro, porque tenía el tanque lleno de combustible, muriendo sus siete ocupantes calcinados.
Las fallas mecánicas son imprevistos que suceden en cualquier parte del mundo; por lo general, por descuido en la revisión de vehículos o naves. En el caso de vuelos comerciales o sobrevuelos turísticos, como el que se presta en Nasca y Pisco, existe la Ley General de Aeronáutica Civil N° 27261 y su reglamento RAP que obliga a las autoridades de la DGAC y de CORPAC a ejercer una supervisión permanente del estado de mantenimiento de los aviones y avionetas.
Entonces, las investigaciones deben partir, esencialmente, para comprobar si la avioneta CESSNA antes de despegar el pasado viernes a las 11:30 de la mañana contaba con sus revisiones técnicas completas. Desde luego que el piloto y el copiloto no tenían ni la menor idea del supuesto mal estado de la nave, caso contrario no se hubiesen atrevido a pilotearla. Esto sólo es de dominio del servicio mecánico y su supervisión.
Las investigaciones deben también orientarse a saber exactamente qué capacidad tenía la avioneta para llevar personas a bordo, además del piloto y copiloto. Se presume que sólo podía llevar tres y no cinco pasajeros.
La empresa ha dicho que opera en la zona desde el año 2004 sin registrar ningún accidente como el ocurrido el viernes. Esto deduce que durante 18 años ha tenido extremo cuidado en prestar servicio seguro y confiable; por lo que el día de los hechos algo falló, cuyas causas tendrá que determinar la DGAC con apego a la verdad y la razonabilidad, respetando la memoria de los fallecidos y devolviéndole la confianza a los turistas nacionales y extranjeros que siempre hacen uso del servicio de sobrevuelos.
Fallecidos
Además del piloto Christopher Alarcón también fallecieron el copiloto Andrés López Lachi, y los turistas Robbin Van De Streek (Holanda), Bram Van T Hul (Holanda), Floris Hommerson (Holanda), Camila Quiñones (Chile) y Jorge Mandiola (Chile), quienes contrataron el servicio clásico de 30 minutos de vuelo.
Daniel Bravo Dextre