El alcalde Luis Gallo Porras, gobernante de Lima

Por: Miguel Arturo Seminario Ojeda Historiador, director del Museo Electoral y de la Democracia de la Dirección Nacional de Educación y Formación Cívica Ciudadana del Jurado Nacional de Elecciones

Por: Miguel Arturo Seminario Ojeda

Historiador, director del Museo Electoral y de la Democracia

de la Dirección Nacional de Educación y Formación Cívica

Ciudadana del Jurado Nacional de Elecciones

Lima tiene alcaldes desde su fundación, el 18 de enero de 1535. Uno de ellos, ya en el siglo XX, ha sido don Luis Gallo Porras, de cuya existencia me enteré a fines del siglo pasado en la Biblioteca Nacional del Perú, donde se guardan libros de su pertenencia y existe información sobre su gobierno municipal.

Luis Gallo Porras nació en Lima el 9 de noviembre de 1894 y falleció en la misma ciudad, el 22 de junio de 1972, dejando sus huellas como político por los cargos que ocupó como vicepresidente, primer ministro y ministro de Hacienda en nuestro país, desempeñando también los cargos de alcalde de Miraflores y de Lima.

Fue hijo del español Miguel Gallo y Díez, y de Elvira Porras Bolívar. Inició sus estudios en el Colegio de la Inmaculada de Lima y, posteriormente, continuó en Europa, en la Escuela Técnica de París y en la Escuela Superior de Agronomía de Berlín. Al regresar a su país se inclinó por la actividad privada, llegando a ser director y vicepresidente del Banco Popular entre 1936 y 1949.

Finalizaba el gobierno de Augusto Bernardino Leguía, cuando fue designado como alcalde de Miraflores, desempeñándose como tal hasta 1933, y desde el año siguiente sería nombrado alcalde de Lima, hasta 1937, ocupando de nuevo el mismo cargo entre 1945 y 1946, y en 1948 y 1949, en una etapa en la que los alcaldes eran nombrados.

Era alcalde cuando, durante el gobierno del elegido presidente constitucional José Luis Bustamante y Rivero (1945-1948), se programaron las elecciones municipales con participación de las mujeres alfabetas de todo el país, a las que se les otorgó libreta electoral municipal, como estaba mandado en la Constitución de 1933. Como se sabe, nada de esto se hizo realidad, por la sombra de la democracia protagonizada por el general Manuel Arturo Odría, que sacó del escenario del ejercicio del Poder Ejecutivo a quien lo representaba.

Como alcalde de Lima, en 1935, le tocó presidir los festejos conmemorativos por el Cuarto Centenario de fundación de la ciudad, gestionándose la construcción del moderno edificio de la municipalidad y, por relacionarse con los sucesos que se vivían, se entronizó la estatua de Francisco Pizarro, su fundador, en la plaza mayor de la capital peruana. Paralelamente, se incrementó el material bibliográfico de la Biblioteca Municipal con las donaciones de varias naciones americanas, empezando a funcionar en su nuevo local desde el 29 de junio de 1945.  

Democráticamente, y durante el segundo gobierno de Manuel Prado Ugarteche, fue primer vicepresidente de la República (1956-1962), ejerciendo el Poder Ejecutivo durante las ausencias primer mandatario. Las elecciones de 1956 son unas de las más recordadas en la historia nacional, por ser las primeras en las que se eligió a mujeres para el Poder Legislativo, en las que votaron para elegir y ser elegidas, como se decretó en septiembre de 1955.

Por sus méritos, el gobierno peruano concedió a Luis Gallo Porras la condecoración de la Orden del Sol; y obtuvo la de Caballero Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, concedida por el gobierno español.

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