
| Mg. Juan Carlos Romaní Chacón
Presidente del Comité Patriótico Bicentenario
Del 13 al 19 de setiembre 1820
El Libertador San Martín despliega avanzadas de su ejército en el actual departamento de Ica
– Pisco, Caucato, Chincha, Ica, Nasca, Marcona…
“La escuadra había salido días antes a practicar un reconocimiento entre la punta de la Nasca y la altura del Callao, por haberse avistado enfrente de este puerto las fragatas Esmeralda y Venganza…”. Estas líneas escritas de puño y letra del general don José de San Martín y Matorras, comandante en jefe del Ejército Libertador del Perú, acantonado en Pisco, demuestran una vez más la visión de un estadista, de un líder, de una autoridad que le daba una mirada integral a lo que hoy es nuestro departamento de Ica, con sus cinco provincias…mal llamado región Ica.
Una visión de integración departamental que le hace falta a muchas autoridades del gobierno regional y de los gobiernos locales. San Martín no solo planificó la histórica travesía por mar y el histórico desembarco del 8 de setiembre… su visión era asegurar estas operaciones militares, durante y después del desembarco…un sentido de previsión logística, de proyección, de geopolítica…sentido de previsión que ignoran muchas autoridades del Gobierno central de nuestro Perú del año 2023…a puertas del fenómeno de El Niño costero y global.
El Libertador San Martín se refiere a “la punta de la Nasca” … es decir, a la punta San Juan de Marcona, actual distrito de Marcona, provincia de Nasca, como punto referencial, tanto en la travesía por mar que hiciera la Escuadra Libertadora, desde Valparaíso, Chile; hasta llegar a la bahía de Paracas el 7 de setiembre de 1820 y desembarcar al día siguiente. Esta misma “punta de la Nasca” también le servía al Libertador San Martín para demarcar su primer “territorio libre”, en mar y tierra…una visión integradora que a muchos empresarios extranjeros no les interesa…empresarios dueños de nuestras reservas de hierro, cobre, oro y plata…y, recientemente, dueños de los vientos paracas, de las pampas de Ocucaje y de Marcona. He aquí la importancia de revalorar nuestros escenarios históricos del departamento de Ica. Nadie ama, nadie defiende lo que no conoce…y…nadie sabe, nadie valora lo que tiene…hasta que lo pierde…
Repasemos ahora algunos datos del diario militar del general José de San Martín:
“Desde el 8 hasta el 11 desembarcaron los demás cuerpos del ejército; y en éste último día tuve la satisfacción de ver entrar al Águila con el bergantín Araucano, cuya falta dejaba un vacío notable en los elementos de esta campaña. El 12 establecí mi cuartel general en Pisco, y mandé que se avanzasen algunas partidas de caballería sobre Caucato y Chincha, con el principal objeto de recolectar ganado y cabalgaduras para facilitar mis operaciones; a los pocos días tuve ya montados los dos regimientos de caballería, a pesar de las anticipadas medidas del enemigo.

El 13 mandé una división compuesta del batallón número 5 y 50 granaderos al mando del coronel mayor don Juan Antonio Álvarez de Arenales, marchando a la gran hacienda de Caucato, legua y media de Pisco: el 14 quedó situada en aquel punto, y los destacamentos de granaderos corrieron el valle de Chincha con el mismo objeto que antes. En este día se hizo también un reconocimiento sobre Ica por los capitanes Aldao y Lavalle; y al siguiente entró en la bahía el trasporte Libertad.
El 19 dispuse que el batallón número 11 y el regimiento de granaderos a caballo fuese a relevar al número 5; el 22 avanzaron los granaderos y ocuparon los pueblos de Chincha Alta y baja; en este día entró el bergantín María Elena procedente de Valparaíso. El 23 pasé a reconocer en persona el valle de Chincha: en el pueblo bajo estaban situados dos escuadrones de granaderos a caballo y uno de los mismos en el alto. Los naturales mostraban la mejor disposición en favor de nuestra santa causa, y las quejas de las recientes vejaciones que habían sufrido al retirarse el enemigo, estaban acompañadas de un resentimiento bien marcado: di varias órdenes al coronel de granaderos y regresó al cuartel general.
La escuadra había salido días antes a practicar un reconocimiento ente la punta de la Nasca y la altura del Callao, por haberse avistado enfrente de este puerto las fragatas Esmeralda y Venganza. Es probable que ellas hubiesen aumentado nuestras fuerzas navales si la previsión de Lord Cochrane no le hubiese determinado a volver al puerto, para no dejar sin protección los transportes, en el caso que el enemigo intentase dar un golpe de mano, sin esto, la escuadra habría continuado su caza, aunque parece que el enemigo no está inclinado a observar de cerca las maniobras. El 25 regresó el vice – almirante; y en el mismo día entraron la fragata Hércules y la balandra cañonera”. (1)
Fuentes:
(1) “Epopeya de la Libertad”
Reminiscencias Históricas de la Independencia del Perú – Págs. 80 a 84
TOMO I – Setiembre a Diciembre de 1820
Autor: Manuel C. Bonilla – Lima 1921