
| Por: Lic. Jesús Acevedo Herrera
Past Decano del Consejo Regional de Ica
Colegio de Periodistas del Perú
Reg. FPP. 5385
Reg. CPP. 030
Muchas veces, cada uno de nosotros nos ponemos a pensar para saber si es verdad o no, y conocernos uno mismo, reflexionando y aprendiendo a valorar las cosas más importantes que nos sucede, con todas sus emociones y experiencias, dándonos cuenta que el pensar bien consiste en conocer la verdad, entender cuál es el camino que nos conduce a ella. La verdad se convierte en la realidad de las cosas. Cuando las conocemos como son en sí, recién alcanzamos lo que es la verdad, de otra manera caeremos en el error.
La Madre Teresa decía: “No es la altura, ni el peso, ni la belleza, ni un título de mucho dinero lo que convierte a una persona en grande. Es su honestidad, su decencia, su amabilidad y respeto por los sentimientos e intereses de los demás. Cuando habla de frente y vive de acuerdo a lo que habla, cuando trata con cariño y respeto, cuando mira a los ojos y sonríe. Una persona es grande cuando comprende, cuando se coloca en el lugar del otro, cuando obra no de acuerdo con lo que esperan de ella, sino de acuerdo con lo que espera de sí misma “
Estas magníficas palabras de la Madre Teresa son un resumen de lo que todos debemos apreciar, valorar y siempre rescatar de cualquier persona y de uno mismo, sin importarnos su cargo, profesión, oficio o actividad en la que se desempeñe.
Ser feliz no consiste en sonreír siempre y pensar en positivo. Ser feliz es comprender la manera de pensar y de sentir de los demás. Me pregunto, has conocido a una persona que siempre está dispuesta. Que dice lo que hace y se mantiene congruente con sus valores. No se la pasa diciéndole a los demás lo que tienen que hacer o no. Este simple ejemplo marca una diferencia: Hace las cosas de la manera correcta porque impactan en forma positiva a su comunidad.

Para encontrarte motivado a lo largo del camino deberás rodearte de cosas que son buenas para ti: personas que te inspiran cosas, que te llenan de felicidad y motivación. Debes de actuar con integridad, no importa si nadie te está viendo o que no obtendrás ningún beneficio a cambio. Debes actuar de la manera correcta, siempre es importante para una persona íntegra.
Alguien que se levanta todos los días con una meta y vive con pasón por lo que hace, persigue sus sueños y actúa para ayudar a los demás, siempre será una influencia positiva para su comunidad. ¿Estás listo para empezar?
Hay muchas maneras de ayudar a los demás. Un pequeño gesto, como una sonrisa en el momento adecuado, un saludo conveniente o un oportuno golpecito en la espalda puede tener efectos que -quizás- no te imaginas, pequeños gestos como estos, que mejoran nuestro entorno ¿Qué nos cuesta? Nada. A veces, incluso, los hacemos y no nos damos cuenta.
Ayudar a los demás es tan fácil, simple y sencillo como proponérselo ¿Qué esperas para dar el primer paso? Como hemos visto, no entraña secretos ni requiere grandes esfuerzos, solo voluntad y ganas de vivir en un mundo diferente. El verdadero valor y grandeza de una persona está en su compasión, bondad y amor. Una persona valiosa siempre desea lo mejor para los demás y actúa en consecuencia, conociéndole por sus actos y por sus palabras.
Nuestros buenos hábitos cotidianos o para que ellos contribuyan el día de mañana, es para tener una sociedad más justa, ética e igualitaria, promoviendo valores en nuestro día a día, con el respeto hacia los demás y la lucha por la igualdad de cada persona.