| Daniel Bravo Dextre
Después de varios días de sufrimiento, vecinos de la ciudad de Ica y zonas residenciales despertaron ayer aliviados al observar que las bolsas negras conteniendo desechos sólidos ya no permanecían en los frontis de sus viviendas.
Moradores de residencial La Angostura manifestaron a este diario regional que al despertar a las 6:30 de la mañana de ayer observaron que ya no estaban las bolsas conteniendo basura, las cuales permanecían en los contenedores metálicos desde el sábado de la semana pasada.
Muchos vecinos no advirtieron la presencia de los camiones compactadores, debido a que éstos reanudaron el servicio desde las 12:00 de la noche del día anterior.

Precisamente, según relata la Oficina de Imagen de la MPI, luego de una serie de procedimientos administrativos, el miércoles a las 6:48 de la tarde ingresaron al servicio de la Gerencia de Protección del Medio Ambiente y Salubridad MPI, la nueva flota de 10 camiones compactadores de residuos sólidos, marca Mercedes Benz, adquiridos por la actual gestión del alcalde Carlos Reyes Roque.
También recuerda que “después de 16 años, aproximadamente, la municipalidad provincial de Ica retoma la administración directa del servicio de limpieza pública, dejando atrás la pesadilla de haber entregado en concesión dicho servicio, a empresas privadas que no cumplieron con brindar un óptimo servicio de recojo de residuos sólidos”.
Como ya lo anunció anteriormente la comuna iqueña, en adelante el recojo de residuos sólidos estará a cargo de 15 vehículos compactadores, incluyendo los nuevos y los antiguos que dejó Diestra SAC. Recién la municipalidad tendrá la capacidad operativa para retirar las más de 130 toneladas de basura que produce diariamente la ciudad de Ica.

A este proyecto de mejoramiento del servicio de limpieza pública se suma el anunciado proyecto municipal para rehabilitar el relleno sanitario, el cual desde hace ocho años funciona como botadero de basura.
Ahora la municipalidad podrá cubrir todos los turnos del recojo de desperdicios sólidos, por lo que ya no habrá pretexto de arrojar la basura en la vía pública, sino que los vecinos tendrán que ser más responsables y esperar la llegada de los compactadores para recién sacar sus desechos.
Campaña
Por razones obvias será virtualmente imposible evitar que malos vecinos arrojen sus bolsas de basura a la calle. Para ello, la municipalidad está obligada de emprender una gran campaña publicitaria para que los vecinos conozcan los horarios de circulación de las compactadoras. Los ciudadanos renuentes a respetar las normas municipales, inevitablemente tendrán que ser sancionados con penalidades económicas.
Sería también importante que el alcalde Carlos Reyes toque las puertas de las empresas, a efecto que donen contenedores metálicos para que sean instalados en puntos críticos, donde los vecinos arrojen la basura para que después sea retirada por los trabajadores de limpieza. Si no hacemos esto, continuaremos viendo bolsas con desperdicios en la vía pública, esparcidos por los canes callejeros.
