| Por: Lic. Jesús Acevedo Herrera
Past Decano del Consejo Regional de Ica
Colegio de Periodistas del Perú
Reg. FPP. 5385Reg. CPP. 030
En las principales ciudades del país, como Lima, Arequipa, Trujillo, Huancayo, Cusco y otros lugares más, como parte del agobio de la modernidad, sus correspondientes municipalidades han declarado sus correspondientes zonas monumentales que son zonas circundadas y que significan la forma de vida de su poblaciones en el contexto de su pasado y presente, a través de la cultura, educación, historia, arte, viviendas, bienes, ruinas, construcciones y objetos de propiedad fiscal, municipal o particular, que por su valor histórico y antigüedad son conservadas para conocimiento de las generaciones presentes y futuras.
Ese es el verdadero valor que se debe tener de una Zona Monumental y significa respeto y diálogo entre las autoridades y la población. Ante esta idea que surgió en gobiernos municipales anteriores, el alcalde de Ica, Carlos Reyes Roque, regidores y funcionarios, pretenden declarar como zona monumental a la histórica Plaza de Armas de la ciudad, lugar donde se dio el primer grito de la independencia nacional contra el yugo español; y , en vez de conseguir la aceptación de la población y que todo salga bien, cometen el error menos pensado en que lo que significa una Zona Monumental y cómo es una base para el desarrollo, para optar en forma indiscriminada cerrar el ingreso vehicular por diversas calles y avenidas a este lugar, originando con esto la inmediata protesta y denuncia a la municipalidad provincial, no solo de conductores, transportistas, comerciantes y de la propia población, para que un determinado juez tome la decisión de normalizar la circulación anterior, pasando el principio de autoridad edil por los suelos.
Tan igual como se ha realizado en otros lugares del país, lo primero que tuvo que realizar la municipalidad provincial de Ica para determinar una zona monumental en una ciudad como la nuestra, es necesario tener antes un Plan Estratégico Integral actualizado para entender lo que significa recuperar el verdadero valor de un centro histórico, sustentado históricamente y, sobre todo, esa comisión especial tenga presupuesto para financiar las intervenciones que valoren nuestras antigüedades. El Plan tiene que tener normatividades unificadas donde actúen el Estado, el municipio y la inversión privada en forma promotora y orientadora de la inversión pública que debe estar señalada en etapas de construcción.
Se precisa tener niveles de intervención que debe partir desde una simple renovación urbana y la recuperación de los espacios públicos y de seguridad ciudadana. No olvidemos que el Plan Estratégico para recuperar la Zona Monumental (Plaza de Armas) debe discurrir a través de un proceso de hechos que se tiene que reconstruir en un proceso. La propuesta es amplia y se necesita muchas obras y personal profesional especializado para recuperar la parte urbana de viviendas históricas, como por ejemplo la fachada de la casa donde estuvo el libertador Simón Bolívar (Plaza de Armas), el Museo de Piedras de la familia Cabrera, las ruinas del templo en la primera cuadra de la calle Lima, la casa central de la Universidad San Luis Gonzaga y sus túneles antiguos, restauración del templo La Merced o Catedral, destrozada por el terremoto; la Plaza de Armas, que hasta ahora no se moderniza y no tiene gran atractivo para los turistas, la construcción de nuevas viviendas en la primera cuadra de la calle Cajamarca, las piletas de agua de la Plaza de Armas que hace tiempo se encuentran abandonadas, la modernización de los restaurantes en el contexto, iluminación nocturna y otras reliquias más.
Una zona monumental, como la que se pretende realizar en la Plaza de Armas de Ica, exige ser revitalizada con un proyecto integral y coordinados con el Ministerio de Cultura, siguiendo los lineamientos establecidos en un Plan Maestro que guíe y oriente el proyecto. Una Zona Monumental o un Centro Histórico, no es un “proyectito” como se anunció inicialmente. Entendamos que es un programa a futuro que demanda mucha responsabilidad histórica y de Cultura de una región. El área monumental que se pretende reconstruir es urgente y tiene que ser delimitada en base a un estudio e investigación para lograr su protección y recuperación futura.
