| Por: Luz Mery Canales Trillo
@LuzCanalesTrillo
Vicegobernadora regional de Ica
El temor de ser investigados y sancionados asusta a muchos y los lleva a utilizar el poder político para tomar el control judicial. Entonces, el Sistema de Justicia se politiza y figuras que ostentan cierto grado de poder político controlan el sistema fiscal y judicial. Esto acarrea la impunidad de casos muy graves. A nivel nacional, nos asqueamos de los “cuellos blancos” pero fue un hecho que puso en vitrina el iceberg que internamente se había formado corrompiendo fiscales y jueces para que los políticos sean absueltos, negociando cargos y reelecciones en el entonces Consejo Nacional de la Magistratura.
Aunque dicha institución cambió de nombre a Junta Nacional de Justicia, no dejó ser apetecible a los congresistas, sobre todo a los fujimoristas que ahora pretenden tomarlo. Esta figura se repite en todo el Perú. Gobiernos locales controlan el sistema judicial bajo prebendas y/o dádivas. De ninguna manera el sistema judicial peruano debe ser usado políticamente, transgrede nuestra democracia. Sin embargo, hay fiscales y magistrados que responden a otros intereses. Lamento denunciar, una vez más, la persecución política ante el Ministerio Público con denuncias falsas y medios de prueba creados de dudosa procedencia. El hostigamiento no solo viene del gobernador, de los consejeros; también de la Contraloría y algunos fiscales.
Quiero dejar constancia, a través de este medio, a la Policía Nacional, medios de comunicación y población iqueña que hay un ensañamiento fuerte contra mi persona de sujetos identificados con vínculos delincuenciales alrededor del propio gobernador regional, quienes pretenden atentar contra mi integridad. Los actos administrativos de hostigamiento, las absurdas suspensiones, las denuncias falsas, las amenazas reiteradas y el acoso no han parado, continúan con mayor agresividad. Incluso, creando medios de prueba de manera prohibida. Se sabe que su fin no solo es deteriorar mi imagen política sino sacarme de la vice gobernación de manera legal o ilegal. Su desesperación es mayor por lo que responsabilizo de estos hechos ante las instancias correspondientes.
Me convertí en un muro difícil de derribar y no podrán amilanarme. Sus intentos fallidos desde inicios de año solo demuestran que les represento una fuerte amenaza. Seguiré adelante con la misma firmeza y fortaleza. Advierto que la conducta de mis adversarios dejó de ser política para convertirse en un acto delincuencial.
