Homenaje al coronel EP Fernando Javier Uribe Muñante, hoy ascendido al grado de general de Brigada

- Exalumno del Colegio San Vicente de Paúl de Ica - Campeones nacionales de Mini Basket.

| Por: Guillermo Alfonso Uribe Lengua

Administrador y creador de contenidos

del grupo de Facebook «Iqueños en la Historia»

Ica, mi tierra, siempre ha sido una tierra muy generosa, muy colorida, de mucho sol y de mucha alegría, llena de grandes momentos, acostumbrada siempre a darle grandes recibimientos a sus héroes del deporte. Ica nunca fue una tierra ingrata.

Una tarde del mes de octubre, hace ya  algunos años atrás, el equipo de mini Basket del colegio religioso San Vicente de Paul, de Ica, había salido campeón nacional allá en la hermosa Arequipa, por encima de grandes equipos: Lima, Arequipa, Piura, Tarma, Trujillo, Tacna, Chiclayo, Puno, la crema y nata del baloncesto peruano, porque Ica, siempre acostumbrada a grandes momentos deportivos, esta vez salía campeón con una generación dorada de niños que con los años se convertirían en grandes campeones y grandes profesionales. Ica se vestía de fiesta para recibir a sus hijos; niños que a su corta edad ya se codeaban con la gloria.

En esa generación dorada de niños y grandes deportistas estaban también los hoy coroneles del Ejército Peruano Fernando Javier Uribe Muñante e Iván Loayza Abregú.

La plaza de armas era una fiesta, era un jolgorio, todos corrían, se sabía que los campeones del Colegio San Vicente de Ica llegarían en un bus a su plaza principal; el profe Renán Piconne Pacheco los había puesto en el pedestal de la gloria, ahí donde solo llegan los grandes campeones.

Mi hermano mayor, Javier Uribe Lengua, «Flint» para sus amigos, recuerda con mucha nostalgia ese día. En ese grupo de niños venía su sobrino y ahijado, hijo de su hermano Ferruco, ahí venía vestido de héroe, acompañado de sus compañeros de equipo del colegio campeón.

Esa tarde de octubre todos corrían, se habían pasado la voz que el bus que traía a los niños campeones daría la vuelta olímpica en nuestra plaza principal; y así fue, el bus ingresó por una de las avenidas principales, la Av. José Matías Manzanilla. Dentro venía el equipo campeón.

El bus llegó a la esquina de San Francisco, una turba de niños y jóvenes del Colegio San Vicente, provistos de pitos y matracas, les daba la bienvenida; el bus siguió hasta la esquina de la plaza y dobló a la derecha, se iniciaba la vuelta olímpica, el bus no pudo avanzar, era tal la cantidad de gente que pedía que la vuelta olímpica se diera caminando.

Se había pedido apoyo y ahí estaba la banda de música del glorioso colegio San Luis Gonzaga, apoyando a su equipo rival en el deporte de toda la vida; tampoco podían faltar mis sobrinos, todos estudiantes del Colegio San Vicente de Ica. Sus hermanos Mayi, Pepe, y sus primos hermanos Juan, Karen, Pachi, Toto; todos haciéndole barra a su primo Fernando que ahí llegaba. Y así fue, todos bajaron, padres de familia, dirigentes, entrenador y los grandes campeones.

Mi hermano Javier, que también en ese momento llegaba a la plaza principal a toda prisa, se sobrepara y ve a mi tío Carlos Calderón Miranda, papá de mi primo Carlos Hernán «Gerson» Calderón Aliaga, ya muy entrado en años, sentado en una banca miraba a la gente que corría. Mi hermano, como es él, se acercó a saludarlo y se sorprendió…, mi tío estaba lloroso, era ya casi un anciano; al verlo lagrimear, mi hermano Javier le pregunta:

Tío, ¿te pasa algo?

Y él respondió:

No, don Jave (así le llamaba de cariño a mi hermano).

No, ya estoy viejo don Jave y algo sensible, le dijo, solo estaba recordando que hace muchos años atrás Ica también recibía así al equipo de Ica, donde jugaba mi hermano Fernando, tu papá, el «Flojo Uribe».

Mira tío, le dijo mi hermano, qué casualidad, en el equipo que están recibiendo ahí también llega un Uribe, el nieto de mi papá, hijo de mi hermano Ferruco.

¡Ahhhhh! No sabía don Jave, qué orgullo para la familia y para mi hermano Fernando, que desde el cielo lo debe estar viendo; yo lo quería mucho a tu papá, era mi hermano, entonces voy a llorar con más orgullo le dijo. Le pidió que lo lleve a disfrutar con la gente.

Y así fue, mi hermano lo llevó a la puerta de la municipalidad, porque ahí llegarían los campeones, ahí estaba mi querido hermano Javier con su querido tío Carlos, ahí estaban juntos para recibir a los grandes campeones, ahí estaba el pueblo de Ica rindiendo homenaje a sus héroes del deporte.

Esa tarde de octubre el equipo de Minibasket, campeón nacional, daría la vuelta olímpica en olor a gloria, acompañados de profesores, vecinos, deportistas; todos querían cargar a sus campeones, todos corrían con las notas de Perú Campeón… Perú Campeón…es el grito que repite la afición…todo era algarabía…

Hoy, años después de logrado uno de los tantos títulos que luego vendrían para estos jóvenes deportistas, el grupo Iqueños en la Historia desea rendir homenaje al coronel EP Fernando Javier Uribe Muñante, hoy ascendido al grado de general de Brigada en nuestro glorioso Ejército Peruano. Hoy, los iqueños en la historia se sienten orgullosos de esa generación dorada de campeones en mini basket y les rinden homenaje por siempre.

¡Larga vida general de Brigada Ejército Peruano Fernando Javier Uribe Muñante!

¡Larga vida campeones!

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