| Por: Luz Mery Canales Trillo
@LuzCanalesTrillo
Vicegobernadora regional de Ica
De acuerdo al Senamhi, la alerta por el Fenómeno El Niño Global indica que este alcanzaría su magnitud más fuerte de noviembre 2023 a enero 2024, en comparación a otros años. Esto significa que, podría repetirse episodios desagradables de perjuicios en Ica.
Asimismo, dicha institución indicó que, desde octubre, los departamentos como Ica y Ayacucho están sufriendo eventos climáticos que afectan las viviendas y áreas de cultivo. Lo que implica que como región debemos estar en alerta y prevención constante. Es conveniente un monitoreo en las zonas de mayor riesgo.
Lamentablemente, Ica región en sus cinco provincias tiene más de 250 puntos críticos; pese a los 190 millones que se gastaron en obras de reforzamiento y prevención en febrero de este año.
En Palpa y Nasca se realizaron obras que hoy la fiscalía investiga, igual en Ica, Pisco y Chincha; mientras tanto, el riesgo se mantiene ante un posible desborde de cauces y acequias. Además, se oyen voces de un alto riesgo de desborde del rio Ica que aún sigue en ejecución con un presupuesto de 215 millones de soles.
Una eventual crecida de aguas perjudicaría más a los pequeños agricultores, ellos están solicitando que la Dirección Regional Agraria y el Pettac intervengan con medidas de protección y prevención.
La población iqueña espera una pronta respuesta para evitar daños lamentables ante un posible riesgo inminente.
Las autoridades locales, distritales y provinciales, deben adoptar medidas de prevención y evitar que dichos puntos críticos, como Alto Larán, El Carmen, Chincha Baja, Palpa, Nasca y Huáncano se vean afectados, y no esperar los daños para recién actuar.
El requerimiento presupuestal para su utilidad en Estado de Emergencia ha sido cuestionable. Por un lado, la exigencia al Gobierno central de mayor presupuesto para Ica y, por otro, el Ministerio Público investigando los gastos que -presumiblemente- en febrero de este año se habrían mal utilizado favoreciendo a terceros y ejecutándose obras que no eran de revestimiento y prevención de cauces.
Lo más grave es que cada año Ica vive a expensas de repetirse una inundación, hecho que rogamos a Dios no vuelva a ocurrir.