| Daniel Bravo Dextre
Agentes de la Dirección Nacional de Migraciones y efectivos de la Policía Nacional el último fin de semana llegaron a Ica en forma inopinada, con la finalidad de realizar operativos de control de identidad a extranjeros en diversos puntos de la ciudad.
En el operativo fueron intervenidas diversas féminas extranjeras que ofrecían sus servicios sexuales en las calles céntricas. Los custodios del orden también intervinieron hoteles donde suelen hospedarse venezolanos y colombianos indocumentados; algunos de ellos comprometidos en delito de trata de personas, sicariato y extorsión.

Para comprobar la situación migratoria de los extranjeros intervenidos, personal de Migraciones tuvo que utilizar aparatos electrónicos, debido a que no se descarta la falsificación de la documentación migratoria para burlar los controles.
Las últimas muertes por sicariato registradas en Ica, como el aumento de los casos de extorsión, trata de personas y la proliferación de delincuentes “marcas”, ha motivado que la población exija a sus autoridades mayor control de los ciudadanos extranjeros que se encuentran en Ica en calidad de ilegales.
Al comienzo los extranjeros se injertaban con los delincuentes locales; pero, ahora los delincuentes foráneos forman sus propias organizaciones que son temerarias y sanguinarias, debido a que no tienen temor de enfrentarse a la Policía y matan por cualquier motivo.

Si el operativo sólo fue por un día, no tiene ningún sentido, ya que la labor de prevención debe ser constante hasta desterrar a todos los delincuentes y que sólo se queden los extranjeros que tienen la documentación en regla, que no registran antecedentes y que tengan un empleo conocido.
