Con la presencia del alcalde del distrito de Alto Larán, Carlos Magallanes Ramírez, su equipo de regidores y población en general, ayer se dio por inaugurado los trabajos de remodelación y mejoramiento del paraje turístico conocido como El Piedrón de Alto Larán, ubicado en la avenida Independencia.
Tras la ruptura del champagne y el corte de cinta, se procedió a visitar los diversos murales que allí se pintaron con dibujos característicos a las tradiciones y cultura del distrito de Alto Larán.
En la ceremonia, las autoridades locales hicieron reconocimiento público a los familiares del futbolista profesional que triunfa en Sport Huancayo, Marcos Lliuya; al jugador de Deportivo Los Wankas, Joe Martínez, y al futbolista que destaca en las divisiones menores de Sporting Cristal, Alexander Fanárraga Saravia.

Historia de la Piedra de Alto Larán
Parte de la leyenda de esta enigmática figura señala que en el año 1899 en este distrito vivía un agricultor conocido como Pancho Magallanes, padre de 10 hijos que se dedicaba a la siembra de naranjo. Todos los años significaba solo pérdidas por la plaga y la falta de agua. Con lo poco que vendía, no alcanzaba ni para comer.
Cierto día comienza a lamentarse: «ya no puedo más, otro año de mala cosecha». Cansado de todo esto, sale a media noche a meditar en su chacra y comienza a implorar bendiciones, cuando de pronto oye una voz que repetía su nombre: Pancho.
Muy asustado se pone de pie para ir corriendo a su casa, pero se detiene y decide caminar hacia la voz. Al acercarse, una sombra le dice “Hola Pancho, soy Satanás, vengo a ayudarte porque escuché lo que pedías, dime lo que quieras y te lo daré”.
Pancho, atónito, le dice: cómo me vas a dar lo que pida o riquezas si soy ignorante, solo tengo terrenos secos y con plagas, pero dígame, cómo lo puedo tener. La voz le dice: “muy fácil, soy poderoso y te daré lo que pidas”.
Es entonces que Pancho le pide que sus tierras sean fértiles y su apellido nunca se acabe, que todos sus descendientes lo lleven hasta que se forme un pueblo y sus tierras se expandan.
Satanás le responde: “muy bien, cumpliré todos tus deseos. Tus hijos y nietos vivirán en este pueblo el cual llevará por nombre Alto Larán, pero a cambio me darás tu vida a partir de hoy día hasta el día que yo venga por ti”.

“Está bien, acepto”, replicó Pancho.
El día que le tocó irse con él, ya de viejo y después de haber disfrutado las buenas cosechas, Pancho le pide un último deseo: «Quiero que me hagas un pozo de mil metros de profundidad para abastecer de agua mis tierras para el futuro».
“Muy bien”, le dice Satanás, sin saber lo que Pancho le tenía preparado.
El diablo empezó a escarbar y cuando se encontraba a poco de llegar a los mil metros, Pancho manda a traer con sus peones una inmensa piedra de la quebrada de Aylloque y ordena tapar el pozo, quedando atrapado Satanás para siempre en ese mismo lugar.
(Marco Pachas Castilla)
