Más de 48 horas de drama vivió una joven madre de familia, quien permaneció encerrada en las celdas de la comisaría a causa de una confusa detención en el Penal de Chincha, mientras que sus 2 menores hijos, de 8 y 5 años, esperaban en los ambientes de dicha dependencia policial.
Esto ocurrió el pasado 21 de enero, cuando Marina Molina había acudido al establecimiento penal para visitar a un familiar; sin embargo, en la entrada le decomisaron un chip de celular que ella misma había dado de baja por corte de línea y que la había olvidado guardada en su billetera, y no camuflada como para prestarse a suspicacias.
Personal del Inpe la trasladó hasta la comisaría de Chincha por orden del fiscal interviniente. Allí empezó a vivir otra pesadilla, ya que recibió el maltrato psicológico de algunos malos efectivos policiales, según denunció.

Después de esclarecerse el caso, e incluso haber sido sentenciada con prisión suspendida por un delito que no cometió, pero que lamentablemente por desconocimiento aceptó por terminación anticipada, Marina salió en libertad, con sus 2 hijos en mano y sin un sol en el bolsillo para regresar a su natal Cusco, ya que su billetera con 228 soles también le fue confiscada.
Este dinero fue lacrado y quedó en custodia en el Ministerio Público, y tras 12 días de espera, recién hoy le fue devuelvo, gracias también a la intervención del abogado Jorge Cervantes que la apoyó desinteresadamente con un escrito elevado a la Fiscalía.
Tras volver a Chincha después de este infausto día y poder recuperar su dinero, Marina cumplió ayer su tercer día en esta provincia, recibiendo una serie de justificaciones por parte de la Policía, principalmente.
Ella y sus hijos pasaron estos 3 días sin dinero y viviendo solo de la caridad de las personas.
(Marco Pachas Castilla)