Placeholder Photo

El día mundial de los afrodescendientes: 24 enero

Leer más

| Por: Miguel Arturo Seminario Ojeda

Historiador, director del Museo Electoral y de la Democracia

de la Dirección Nacional de Educación y Formación Cívica

Ciudadana del Jurado Nacional de Elecciones

Ica es una tierra prodiga, no solo en uvas, pisco, frejol colado, pallares; y siempre bajo el amparo del Señor de Luren, el crucificado que protege a esta tierra de dunas, valles, y playas de mar veraniego.

Por otro lado, lo afrodescendiente está en al alma peruana, se encuentra en lo biológico y en lo cultural; por eso no es una realidad inventada sostener que “en el Perú, quien no tiene de inga, tiene de mandinga”. Y al respecto, fue tan certero el historiador Juan José Vega cuando se refirió a las cinco madres patrias de los peruanos, señalando al África negra como una de ellas.

En Ica, los afrodescendientes son numerosos, se destacan no solo en los bailes, en las comidas y en el deporte; hay nombres como los de Mauro Mina y de otros tantos que han dejado huellas imborrables.

El 24 de enero de todos los años se conmemora el Día Mundial de la Cultura Africana y de los Afrodescendientes en todo el orbe, celebrándose con intensidad, en unos países más que en otros, el reconocimiento a lo recibido desde ese mundo, al que por siglos se le esclavizó y maltrató.

Fue a la fuerza que los africanos salieron de su continente, no como las diásporas judaicas, las africanas se dispersaron involuntariamente por todo el mundo y el Perú no fue un territorio ajeno a su llegada y aposentamiento, de cuanto africano llegó en condición de esclavo.

Actualmente se reflexiona sobre lo sucedido. Cada 24 de enero pensamos en lo indecible, en lo controvertido, en todo lo que afectó a los varones y mujeres del África negra, para que no vuelva a suceder; ahora se promueve una cultura de paz y de democracia, inspirada en valores de libertad, igualdad, respeto, tolerancia, e inclusión, entre otros.

La paz es un valor que inspira a una convivencia pacífica, evitando conflictos y, si estos se presentan, apuntando a su solución; es posible afirmar que no hay desarrollo sostenible sin tener en cuenta el diálogo y la paz. Lo afrodescendiente es parte del patrimonio común de la humanidad, y valorar y promover lo que significa la cultura africana y de los afrodescendiente a veces resulta un reto, sobre todo cuando aún quedan vestigios del asco racial, haciéndonos recordar el peso que tuvieron los prejuicios raciales en la sociedad estamental del virreinato, heredados en la República.

Providencialmente, y como consecuencia de grandes reflexiones, La UNESCO adoptó -en su 40ª sesión de la Conferencia General de 2019- con el beneplácito de millones de seres humanos, que el 24 de enero de todos los años sea instituido como el día conmemorativo y mundial de la Cultura Africana y de los Afrodescendientes.

La fecha conmemorativa coincide con la adopción de la Carta para el Renacimiento Cultural de África, en 2006, cuando los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana se propusieron promover al máximo lo que ha significado África para el mundo, y su participación activa en exaltar la cultura y promoción de la paz en el continente africano y en el globo terráqueo.

Los africanos en el Perú

Son muchos los afrodescendientes destacados en el Perú, los hay desde poetas, músicos, una cantante republicana del siglo XIX, deportistas, médicos, ingenieros, pintores, y en toda la diversa cotidianidad no han faltado afrodescendientes de ambos sexos; y en estas circunstancias, no pudiendo quedar atrás el escenario de la política, en el que Juan de Dios Algorta ocupa una página.

Rafael Sánchez-Concha Barrios, historiador de la PUCP, publicó el libro Santos y santidad en el Perú virreinal, ampliando información sobre la monja -al parecer, mercedaria- María de la Cruz y de la Luz, mulata que murió con fama de santidad y fue la primera inhumada en el Cementerio General de Lima, hoy Cementerio Museo Presbítero Maestro.

En el Perú, la población africana debió enfrentar no solo al maltrato del que fueron víctimas, sino a las condiciones del clima que les resultaban adversas. El tráfico de esclavos se convirtió en un negocio; la mentalidad de la época hacía que se consientan esas situaciones, de las que no se excluía a los sacerdotes propietarios de esclavos, como se puede leer en algunos testamentos. Esto no frenó la sobrevivencia de las tradiciones africanas, que han hecho posible que en la identidad nacional se mantenga fuertemente arraigado ese elemento que hoy es motivo de orgullo para los peruanos.

En los últimos años, y durante buena parte del siglo XX, entre tantos afrodescendientes en el Perú que se destacaron en todos los campos, nos queda el recuerdo de Nicomedes Santa Cruz, Lucha Reyes, Victoria Santa Cruz, Mauro Mina, Victoria Angulo, María Elena Moyano y Perico León, entre otros tantos de una lista interminable que daría lugar a cientos de páginas.

Hoy no podemos olvidar a Catalina Buendía de Pecho, afrodescendiente, protagonista en tierras iqueñas de una página heroica en la guerra con Chile, lo que ha dejado su nombre flotando a perpetuidad.

Nota Anterior

Estudiantes de Nuestra Señora de Las Mercedes temen continuar este año con clases virtuales

Siguiente Nota

EsSalud Ica inició la distribución de repelentes para combatir el dengue

Últimas noticas en Columnas