| Daniel Bravo Dextre
Que se recuerde, es la primera vez en más de 20 años que el mercado Arenales recibe una sanción pecuniaria por parte de la municipalidad provincial de Ica. Durante la pandemia fue clausurado temporalmente por no acatar las normas de bioseguridad y el resto de medidas sólo fueron amonestaciones por ocupar los pasadizos y no mantener la limpieza.
Esta vez, el alcalde Carlos Reyes Roque y sus funcionarios están sentando el principio de autoridad en materia de limpieza pública, como dice el viejo y conocido dicho: caiga quien caiga.
El primero en ser sancionado con una multa ascendente al 40% de 1UIT ha sido el Terminal Terrestre Ica. De manera simultánea también han sido multados los comerciantes del Mercado Arenales, quienes deberán pagar en forma solidaria el 80% de 1UIT (equivalente a S/ 4,120), al haberse constatado que ese centro de abasto no aseguraba el tratamiento y la disposición final de sus residuos sólidos generados en su actividad comercial diaria.
A través de un servicio informativo, la comuna aclara que la sanción fue aplicada “luego de realizar una verificación de cumplimiento de medidas dejadas en una primera supervisión ambiental en gestión También se menciona, que la Subgerencia de Control Ambiental y Salubridad, dirigida por el ingeniero Pablo Albites Vicente, constató in situ que el mercado Arenales “no utiliza su área de acondicionamiento de residuos, no cuenta con tachos de residuos diferenciados, además de no contar con un plan de manejo de residuos; siendo estás razones las causantes de la infracción mencionada”, en estricta aplicación de los alcances del Decreto Supremo Nº 001-2022-MINAM, donde se establece que las empresas que generen un volumen diario mayor a 140 kilos de basura deben de contratar a una empresa operadora para su manejo y disposición final, además de contar con un plan de manejo de residuos sólidos.
Antecedentes
El mercado en mención tuvo sus inicios en la década del 60´ del siglo pasado, ocupando tres cuadras de la Av. Maúrtua, donde se mantuvo hasta el 29 de enero de 1998 en completo desorden.
Ese día los comerciantes mayoristas y minoristas se quedaron literalmente en la calle, porque el desborde del río -lamentablemente- arrasó con sus improvisados puestos de venta y mercadería.
Haciendo gran esfuerzo, los comerciantes nuevamente se ubicaron provisionalmente en la Av. Cutervo y después en la Av. Túpac Amaru, manteniendo el mismo desorden y dejando cada noche la parada colmada de desperdicios que causaban la presencia de roedores y diversidad de insectos.
Por innumerables quejas de los sufridos vecinos, finalmente fueron reubicados donde actualmente están. Fatalmente, los dirigentes han tratado de reordenarlos una y mil veces. El cambio de actitudes sólo duraba unos días, luego proseguían con el desorden y con la mala disposición de sus residuos sólidos.
Difícil que la pequeña multa los haga cambiar de actitudes, debido a que los cerca de mil socios tendrían que pagar un promedio de cuatros soles. Tampoco se trata de multarlos con 100 UIT para que así sientan la mano firme de la autoridad municipal y se ordenen mejor.
El alcalde, regidores y funcionarios deben reunirse con ellos y exhortarlos a que cambien sus hábitos, porque de continuar así correrían el peligro de ver clausurado definitivamente el mercado. Con esa advertencia, es muy posible que se vea algún cambio que todo Ica aplaudiría.