El papa Francisco instó a los migrantes latinoamericanos que se encuentran en Lajas Blancas, en Panamá, tras haber cruzado la jungla de Darién, que «no olviden nunca su dignidad humana» porque «no son un descarte», en un mensaje que fue publicado este jueves por el Vaticano.
«Quisiera estar ahora acompañándoles personalmente. Yo también soy hijo de migrantes que salieron en búsqueda de un mejor porvenir. Hubo momentos en que ellos se quedaron sin nada, hasta pasar hambre; con las manos vacías, pero el corazón lleno de esperanza», se lee en el mensaje enviado a esta localidad donde se concentran los migrantes que atraviesan en su viaje hacia Norteamérica tras cruzar la jungla del Darién, en la frontera con Colombia.
A los migrantes, Francisco recordó: «No tengan miedo de mirar a los demás a los ojos porque no son un descarte, sino que también forman parte de la familia humana y de la familia de los hijos de Dios».
Mientras que a los obispos y miembros de la Iglesia que se encuentran en el lugar agradeció su compromiso con los «hermanos y hermanas migrantes que representan la carne sufriente de Cristo, cuando se ven forzados a abandonar su tierra, a enfrentarse a los riesgos y a las tribulaciones de un camino duro, al no encontrar otra salida».
Al menos 520.085 migrantes cruzaron el año pasado el Tapón del Darién, la frondosa y montañosa selva que separa a Colombia de Panamá, y en lo que va de este año, más de 82.360 migrantes cruzaron el Darién, según datos de las autoridades panameñas.