| Por: Paulo Quequezana
Analista de estudios económicos de ComexPerú
Ica fue el departamento menos pobre del país en 2023, con una tasa de pobreza de un 6.9% de su población (58,749 personas). No obstante, un 24.9%, es decir, 211,420 iqueños, fue pobre multidimensionalmente, según cálculos de ComexPerú.
A diferencia de la pobreza monetaria, que mide solo la carencia de ingresos, la pobreza multidimensional mide la falta de acceso a servicios públicos en educación, salud, y en la vivienda. Así, para estas tres categorías, se puede conocer qué porcentaje de la población local carece de ciertas condiciones mínimas para una calidad de vida digna.
Para educación, la medición considera el atraso escolar de los niños y la escolaridad de los jefes de hogar. Para salud, si una persona enferma acude o no a un establecimiento de salud y si alguien en el hogar carece de seguro médico. Y para la vivienda, el acceso a servicios básicos (agua, desagüe y electricidad), la calidad del material del piso y el tipo de combustible de la cocina.
En Ica, un 41.9% de la población vive en hogares con deficiencias en educación (en todos los indicadores). Esto se explica porque un poco más de 45,500 niños no están matriculados o presentan retraso escolar, y alrededor de 85,000 jefes de hogar cursaron como máximo hasta secundaria, pero no la terminaron. Cabe resaltar que Ica es el segundo departamento con menor porcentaje de hogares con deficiencias en educación, detrás de Lima.
En salud, la tasa de personas que viven en hogares con deficiencias es de un 38.3%. Es la séptima tasa más elevada a nivel departamental, posiblemente debido a que un 15% de la población no está cubierta por un seguro de salud. Dicho ello, solo un 0.7% de personas no accede a un establecimiento de salud por enfermedad.
Finalmente, un 16.9% de personas en Ica presenta deficiencias en sus propias viviendas. En específico, 80,386 iqueños vivieron en hogares sin acceso a agua; 30,800, sin acceso a electricidad; y 136,344 sin acceso a desagüe. Por su parte, 57,447 iqueños estuvieron en viviendas con piso de tierra, y 253,287 cocinaron con carbón, leña o querosene, combustibles dañinos para la salud.
Los resultados muestran que, pese a ser el departamento menos pobre, queda trabajo por hacer en Ica para que todos sus ciudadanos tengan una mejor calidad de vida. Lograrlo requerirá impulsar el empleo formal, la inversión en grandes proyectos, el desarrollo de los negocios y la ejecución de obras públicas. Y, sobre todo, la intención de las autoridades para tomar el toro por las astas y devolver al país a una senda de crecimiento.
