Tremendo vacío, más que físico, emocional por la sentida desaparición de Cristhian Violeta Molina, ocurrido el 10 de julio del año 2023.
Él fue asesinado aquella infausta tarde por delincuentes que lo abordaron cuando había estacionado su camioneta en los alrededores del Mercado Mayorista de Chincha. Allí esperaba a su esposa que había ido hacer la compra, luego de haber retirado una fuerte suma de dinero de una agencia bancaria.
Dos delincuentes motorizados lo interceptaron y a sangre fría, al resistirse en abrirle la puerta de su vehículo, le descerrajaron varios tiros en el cuerpo, muriendo casi instantáneamente, a pesar de haber sido trasladado al hospital San José de Chincha.
Desde ese momento, por presión de la Asociación Nacional de Periodistas y de quienes conocieron a Cristhian, la Policía -en Lima- anunció la captura de un presunto implicado en su muerte: Xander Anicama, quien precisamente el pasado 2 de julio, el juez del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Chincha, doctor Jesús Sotelo Solari, ordenó el cese de su prisión preventiva, justificando una serie de hechos que ahora la familia del extinto periodista cuestionan.
Anicama Saldaña ahora deberá enfrentar en libertad el inicio del juicio oral el próximo 17 de julio en un juzgado de Chincha.
En tanto, los familiares, vecinos y amigos de Cristhian Violeta Molina participaron ayer de una romería en el Cementerio de Alto Larán dónde fue sepultado y, -posteriormente- de una misa en la Iglesia Virgen del Carmen, recordado el primer año de su sensible fallecimiento.
(Marco Pachas Catilla)
