Por: Lic. Jesús Acevedo Herrera
Past Decano del Consejo Regional de Ica
Colegio de Periodistas del Perú
Reg. FPP. 5385
Reg. CPP. 030
El mensaje de Dina Boluarte con motivo de Fiestas Patrias 2024 en el Congreso de la República, según el comentario político de analistas, medios de comunicación y población en general, coincidieron en señalar que fue muy extenso, lleno de vacíos, falto de autocrítica y transparencia, sin mostrar un lenguaje conciso que le permita dar soluciones a los problemas que más afligen al país, tampoco de las acusaciones por las cuales ha sido denunciada, como el caso Rolex, el supuesto desbalance patrimonial, además del cumplimiento de promesas concretas que no ha realizado en su gobierno.
En el discurso, que tuvo una duración de cinco horas, la mandataria dijo que cuando asumió el poder lo hizo “en un momento dramático y difícil”, responsabilizando directamente al ex mandatario Pedro Castillo Terrones, con quien ella colaboró antes que dé su golpe de Estado, añadiendo “que es el causante de la peor crisis de confianza y de la mayor fuga de capitales de los últimos 50 años” (¿?) y decir que en un año y siete meses de su gobierno, se puede ver los “primeros resultados” de su gestión.
Es necesario recordar que el impacto del mensaje de Dina Boluarte depende de cómo fue recibido por el público y los medios. Un mensaje puede ser técnicamente sólido, pero cuando no motiva resonar en la audiencia es porque no aborda lo que realmente preocupa a la gente. Un mensaje que toque las preocupaciones y esperanzas de los ciudadanos puede ser visto positivamente, incluso, si no ofrece soluciones detalladas. La evaluación del mensaje depende de la calidad de comunicación, la relevancia de los temas abordados y cómo fue percibido por el público y los comentaristas.
Dina Boluarte solamente leía el texto del mensaje que le hicieron los ministros. Si ella hubiese participado directamente en la elaboración del contenido, otro hubiese sido el resultado. La ausencia del reconocimiento de errores o problemas en la administración actual ha sido recibida negativamente, notándose una falta de transparencia para el entendimiento de los habitantes en el país. En el mensaje, Dina Boluarte ha subestimado al minimizar y no abordar adecuadamente temas críticos del país en que ella está inmersa. Eso puede ser interceptado porque así lo quiere ocultar. Se nota que ha originado una falta de conexión con las preocupaciones de la población.
Si el mensaje carecía de detalles específicos sobre cómo se llevarán a cabo las políticas propuestas o si fue demasiado vago, puede ser visto como una falta de dirección o planificación. Boluarte debería tener un mensaje claro, coherente y orientado hacia la unidad nacional, esto generalmente se considera como un aspecto positivo, especialmente en tiempo de crisis o división política que vive y siente el país. Dina Boluarte debió reconocer los desafíos que enfrenta la nación y ofrecer un plan de acción claro para abordarlos. De esta manera puede ser bien recibido por la ciudadanía y así mostrar un liderazgo comprometido y realista. Generalmente, eso no se dio.
A veces los discursos pueden ser percibidos como demasiado generales o vagos. Si Boluarte no proporcionó suficientes detalles cómo debe implementar sus planes o políticas, esto ha sido visto como una falta de claridad o de dirección. La presidente pudo haber abordado los desafíos que enfrenta el país como la recuperación post pandemia, la seguridad ciudadana y empresas estatales y privadas, desterrando de esta manera la corrupción.
En el contexto de las tensiones políticas en Perú, el discurso podría haber incluido llamados a la estabilidad, el diálogo y el respeto a las instituciones democráticas, incluso, decir pensamientos que refuercen el sentimiento patriótico. A todo esto, es hora de apreciar cómo sigue este gobierno que cada día demuestra un camino duro de transitar.
