Por: Lic. Jesús Acevedo Herrera
Past Decano del Consejo Regional de Ica
Colegio de Periodistas del Perú
Reg. FPP. 5385
Reg. CPP. 030
En reciente informe técnico presentado por el INEI, se muestra que casi un tercio de nuestra población es pobre, incrementándose en 1.5% respecto a los datos del año pasado anterior. La inestabilidad política del gobierno ha contribuido a este incremento y la ineficiencia de programas sociales amplía más su impacto. Una de cada tres personas es pobre. Esto representa un total de 9 millones 780 mil personas, casi 600 mil más que el 2023 y 3.3 millones que antes de la pandemia.
La pobreza ha crecido por segundo año consecutivo, algo que no sucedía en más de dos décadas. Asimismo, la pobreza extrema que corresponde a hogares que no pueden cubrir el costo de la canasta básica de consumo de alimentos ascendió a 5.7%, lo que representa 249 mil personas más que el año anterior.
Luis Felipe López-Calva, del Banco Mundial, señaló que “siete de cada diez peruanos son pobres o vulnerables de caer en la pobreza”. Perú necesita recuperarse plenamente de la pandemia, ahora tiene la oportunidad de reducir la fragilidad social en que se encuentra y avanzar hacia el crecimiento más equitativo y sostenible.
Para resurgir muy fortalecido, es necesario que este Gobierno de Dina Boluarte cambie su política pública para recuperar y construir, dejando de lado los enfrentamientos que solo logran la distracción de lo más importante, como es reducir la pobreza, desterrando la informalidad y la seguridad ciudadana, con una educación y salud de calidad.
El 60% de los hogares carecen de uno o más servicios esenciales, como agua potable, saneamiento, electricidad o internet. Este gobierno tiene que afrontar la informalidad y la falta laboral que cada día aumenta. Tres de cada cuatro trabajadores son informales y la calidad de empleo ha empeorado a raíz de la pandemia. Solo 8 de cada 100 trabajadores tributan directamente sobre sus ingresos laborales, mientras que la mayoría caen en no cumplir con sus impuestos de venta (IGV).
Asimismo, se requiere un rápido shock de inversiones que nos permita tener una eficiente infraestructura logística y social que mejore atenciones sociales, como la construcción de hospitales y colegios bien equipados, dando acceso a los servicios básicos para que nuestro jóvenes y población tengan servicios que cubran sus necesidades primarias y puedan esperar a un mejor futuro.
Sin duda, reducir la pobreza en el Perú es un reto o desafío muy complejo que seguido estratégicamente con la inversión en la educación de calidad y en programas de capacitación laboral, mejorará el acceso a los servicios de salud de calidad, incluyendo atención primaria y preventiva. Es esencial este criterio para que las personas puedan trabajar y ser productores.
Se puede combatir a la pobreza acabando con el hambre y la mala nutrición, iniciando la cobertura permanente de la salud, adaptación del cambio climático, acceso a la educación de calidad, aumentar la inversión en el desarrollo de las regiones y comunidades empobrecidas, atajar las desigualdades de género, invertir en carreteras, electricidad y acceso a internet, especialmente en áreas rurales para mejorar la conectividad y las oportunidades económicas. Es necesario implementar programas de protección social que proporcione una red de seguridad para las personas más vulnerables.
Este gobierno debe olvidarse de vicios políticos y combatir a la pobreza que ha vuelto a ganar terreno. Se necesita voluntad para tomar acciones que permitan recobrar la confianza que se origina desde la Presidencia, ministros, congresistas, gobernadores regionales y alcaldes. La incertidumbre política sumada a las presiones y las bajas tasas de productividad laboral, nos alejan de la meta de reactivación de la economía. Y esto, ya se ha comenzado a sentir. La desaceleración económica que se ha presentado debe desaparecer producto de una buena medida y cambios de perspectivas de largo plazo en la economía peruana. Ese es el principal factor de este proceso.
Podemos hacer que esta nube oscura que cubre la vida de nosotros desaparezca. La palabra sobrevivir comienza con esta sencilla regla que consiste en no gastar más de lo que se gana. Mantenerse saludable física y mentalmente. Es necesario que para gastar económicamente debe hacerlo de manera inteligente y, sobre todo, analizando detenidamente las finanzas, que ayudará a tomar siempre el nuevo rumbo que se espera en nuestro país.