Mg. Juan Carlos Romaní Chacón
Presidente del Comité Patriótico Bicentenario
de la Independencia del Perú – Provincia de Ica
14 de setiembre de 1820 – 2024
El fraile y soldado José Félix Aldao: el primero en llegar a la tierra bendita del Señor de Luren
Hace 204 años, en el mes de setiembre, quiso el Todopoderoso que un fraile dominico y soldado de la Expedición Libertadora del General San Martín, fuera el primero en recorrer tierra peruana. El Diario Militar del General San Martín consigna lo siguiente: “Setiembre 10 de 1820; Al amanecer continuó el regimiento No. 8 y entró en Pisco a las siete de la mañana. El resto del ejército desembarcó, pero fueron detenidos los regimientos de granaderos y cazadores a caballo. Al ponerse el sol llegaron los regimientos 4, 5 y artillería.
El capitán Aldao que con 59 granaderos montados había salido a reconocer el lugar donde se hallaban los enemigos, regresó a la noche trayendo la noticia de que se mantenían en su posición y condujo consigo 50 animales entre caballos y mulas, 800 carneros y 30 vacas. Algunos negros y paisanos se presentaron dando la noticia que el hacendado Mazo se había retirado con la mayor parte de sus esclavos, y que el Conde de Monte Blanco había dado libertad a 150, entregándolos al ejército enemigo. Al ponerse el sol llegaron los granaderos y cazadores que habían quedado en el desembarcadero”.
“El 13 de setiembre mandé una división compuesta del batallón número 5 y 50 granaderos al mando del coronel mayor don Juan Antonio Álvarez de Arenales, marchando a la gran hacienda de Caucato, legua y media de Pisco; el 14 quedó situada en aquél punto, y los destacamentos de granaderos corrieron el valle de Chincha con el mismo objeto que antes.
En este día (14 de setiembre de 1820) se hizo también un reconocimiento sobre Ica por los capitanes Aldao y Lavalle; y al siguiente entró en la bahía el transporte Libertad”.
Con estas líneas de oro, el Libertador, general don José de San Martín, dejó constancia para la historia del Perú y del mundo que fue el joven capitán argentino José Félix Aldao el primer soldado del Ejército Libertador en llegar a la tierra bendita del Señor de Luren de Ica; fraile dominico y militar que más adelante sería el encargado de organizar y comandar el legendario “Escuadrón de Caballería Auxiliares Patriotas de Ica” (presentación en gran parada militar, el 21 de octubre de 1820, en la plaza de armas de Ica), la primera unidad del Glorioso Ejército del Perú; así como fue uno de los grandes responsables de la organización de guerrillas y montoneras en toda nuestra Patria durante la Guerra de la Independencia.
José Félix Esquivel y Aldao fue un fraile dominico y luego militar y caudillo argentino, líder absoluto del Partido Federal de la provincia de Mendoza. Cuando había cumplido los 17 años de edad, José Félix decidió que su vida debía estar ligada a Dios, por lo que tomó los hábitos, siendo parte de la Orden de Predicadores pertenecientes al Convento de Mendoza. Allí pasó las horas leyendo de manera intensa y, al mismo tiempo, cultivándose sobre todo en el ámbito de la filosofía, que lo apasionaba profundamente. Finalmente, en 1809 se ordenó como sacerdote en la ciudad de Santiago de Chile. Si bien poseía una fuerte herencia militar, ya que -como mencionamos- su padre había ejercido como capitán del Ejército y, por otro lado, sus dos hermanos, tanto José como Francisco, fueron militares que lograron alcanzar el grado de coronel, Félix no había considerado hasta el momento el camino de las armas, prefiriendo las doctrinas religiosas. Convertido en fray, Félix Aldao fue solicitado por el general San Martín para que ocupara el puesto de capellán del Batallón N° 11, grupo armado con el cual el general llevó adelante la campaña de los Andes. Debido a las implicancias bélicas que incidían en su labor, el general Las Heras autorizó al fray Aldao a llevar consigo armas. Aquello le permitió entrar en combate a la par de los soldados, destacándose rápidamente del resto gracias a su bizarría y bravura en el campo de batalla, sobre todo durante el combate de Guardia Vieja.
En el libro AYACUCHO, en la página 148 apreciamos lo siguiente:
Félix Aldao, fraile argentino, natural de Mendoza, que trasformado en guerrillero, vino al Perú en la expedición libertadora de San Martín, prestando servicios importantes a la causa. El 29 de diciembre de 1820, las montoneras formadas por Aldao (entre ellas el Regimiento de Caballería de Ica, al mando de Isidoro Caravedo) fueron batidas en Huancayo (Batalla de Azapampa) por las fuerzas de Ricafort, perdiendo aquel 500 guerrilleros, dos piezas de artillería y todo el parque. Con el refuerzo que le proporcionó Otero, de 300 hombres, Aldao desalojó a los realistas de Tarma y Huancayo y avanzó hasta Izcuchaca, hoy estación del ferrocarril Huancayo – Ayacucho.
Su misión principal en este sector, tuvo por objeto privar a los realistas de toda comunicación y recurso. Pero el 3 de marzo de 1821 fue completamente derrotado en Concepción por Ricafort.
Poco después, Valdez desbarató una formidable montonera de 4,000 hombres, en Ataura, donde quedaron muertos 400 guerrilleros. Se le ha tachado a Aldao de sanguinario y dominado de pasiones brutales. Así son los llaneros venezolanos, los gauchos argentinos y los guasos chilenos; y así son todavía algunos bárbaros que viven en medio de las poblaciones cultas. Sin duda, Aldao participaba de los sentimientos antisociales, de la psicología de los gauchos.
Trayectoria Militar
Luego de aquello, Aldao fue nombrado como Teniente de Granaderos a Caballo, por lo que sus hábitos dominicos pasaron a ocupar un lugar en el cajón de sus recuerdos, dejando aflorar por completo al militar talentoso que llevaba dentro desde siempre. Participó en una diversa y gran cantidad de luchas armadas, destacándose su actuación en las batallas de Chacabuco, de Maipo, y luego en Curapaligüe, en Arauco y en Talcahuano. También tuvo una presencia preponderante en la posterior Campaña Libertadora del Perú. Al respecto de esto último, cabe destacar que junto con el general Arenales llevó a cabo en 1820 la primera campaña de la Sierra, lo que le permitió ascender a mayor. Ya casado con una hermosa joven peruana llamada Manuela Zárate, en 1824 Félix Aldao regresó a su provincia natal, instalándose en una hacienda de Guaymallén, dedicándose por un tiempo a la producción y comercialización de vinos, lo que luego sería considerado el motivo por el cual Aldao se convirtiera en adicto al alcohol.