La certeza que se tenía sobre los límites del imperio de los Incas o Tahuantinsuyo en el sur de Sudamérica, que alcanza a los territorios actuales de Argentina y Chile, se ha puesto en debate con el hallazgo de estructuras arquitectónicas en el área natural protegida “Laguna del Diamante”, ubicado en la provincia argentina de Mendoza, que habrían conformado un paisaje sagrado ancestral.
Según el artículo publicado por el portal informativo argentino Sitio Andino, la investigación liderada por Sol Zárate Bernardi y Víctor Durán, integrantes del Laboratorio de Paleoecología Humana del Instituto Interdisciplinario de Ciencias Básicas de la Universidad Nacional de Cuyo, da cuenta de que no solo el imperio inca construyó una geografía sagrada, sino también que su dominio de hace 500 años se extendió 150 kilómetros más al sur del río Mendoza.
Antes del descubrimiento se pensaba que los confines del sur del Tahuantinsuyo llegaban solo hasta el Valle de Uspallata y el río Mendoza en su sección cordillerana, tal como se aprecia en la existencia de tambos o almacenes, y del Qhapaq Ñan o gran sistema vial inca, explica Víctor Durán.
“Sin embargo, ahora hemos encontrado sitios arqueológicos con material inca mucho más al sur. Los hallazgos en la Laguna del Diamante son significativos, ya que podrían extender ese límite hasta el río Diamante. Cuando hablamos de este río, nos referimos a su cuenca más alta, donde se encuentra la Laguna del Diamante, en el área natural protegida”, agrega.
Hallazgo en la Laguna del Diamante
Los trabajos ejecutados por los investigadores en la región conocida como la “joya turística” de San Carlos causaron mucho entusiasmo en la comunidad científica, tras dar cuenta del hallazgo de más de cuarenta estructuras arquitectónicas que permiten deducir que la civilización prehispánica que alcanzó el mayor desarrollo en Sudamérica erigió paisajes de culto religioso en los alrededores del volcán Maipo y la Laguna del Diamante.
“En 2020 encontramos varias rocas con marcas de rayos, naturales y antrópicas, lo que indicaba que para los Incas ese lugar era una huaca (lugar sagrado), y en el año 2022 aparecieron dos conjuntos de estructuras arquitectónicas muy grandes, descubiertas por especialistas chilenos que las vieron a través de una imagen satelital y nos avisaron”, continúa Durán.
Tras el aviso, los investigadores argentinos se dirigieron a la zona y constataron la existencia de las geografías, una de las cuales fue “construida con el propósito de hacer observaciones astronómicas como la puesta del sol durante el solsticio de diciembre”, acota.
Destaca que este descubrimiento fue un punto de inflexión, dado que a partir de allí los científicos hallaron otras cuarenta estructuras con el apoyo de personal de la Dirección de Áreas Protegidas del Gobierno de Mendoza y guardaparques.
En los estudios también participan profesionales del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), de la Universidad Nacional de Cuyo, de la Universidad Nacional de La Plata y de universidades extranjeras.
“Hoy contamos con pruebas sólidas de que la mayor parte de esas estructuras se construyeron con un propósito principalmente ceremonial vinculado al volcán Maipo, al que deben haber considerado un apu (una deidad)”, añade Durán.
Detalles de estructuras incas
Explica que, a partir de este hallazgo, se desprende la hipótesis de que la civilización habría utilizado los ambientes de altura para mantener una red de tráfico especializado entre el valle central chileno con los valles orientales de Uco y Jaurúa.
Según Durán, “el registro que obtuvimos nos acerca a una comprobación: la gente que construyó estas estructuras arquitectónicas en la Laguna del Diamante procedía del centro administrativo principal de la región que estaba en lo que hoy es Santiago de Chile”.
En el territorio también se identificaron caminos y sendas delimitados con rocas erigidas en forma vertical. En adición, se advirtió la presencia de muros grandes, algunos de más de doscientos metros, y muros bajos que delimitaban caminos hacia el volcán. También se hallaron recintos inusuales, estructuras circulares unidas por pequeños caminos y estructuras rectangulares surcadas por pasillos, junto con geoglifos, detallan los expertos.
Los investigadores apuntan a un proceso de sacralización de los espacios en los que pudieron haber participado mitimaes (grupos de personas que los Incas trasladaban de una región a otra dentro de su imperio), provenientes del área circumpuneña (región cultural y geográfica que rodea el altiplano de los Andes).
Debido a la conexión con el país trasandino, estos descubrimientos deben articularse con otros procedentes del mismo para obtener un mejor entendimiento sobre ellos. En este sentido, arqueólogos de Chile se encuentran colaborando en la investigación, la cual, además, se publicará en una revista científica de ese país.
Importancia del hallazgo para la comunidad científica
El reciente descubrimiento de los científicos arroja luz sobre diferentes aspectos de la civilización incaica, especialmente porque permiten tener mayor comprensión sobre las estrategias de dominación que implementaban.
“Los incas entendían que los cerros eran dioses en sí mismos o lugares donde éstos habitaban. Creían que tanto ellos como el resto de la humanidad y todos los seres vivos surgían de pacarinas (lugares de origen), y que algunas de estas pacarinas eran cuerpos de agua o lugares similares a la Laguna del Diamante. Por lo tanto, ese espacio cobró una enorme importancia en sus creencias”, explican.
Los investigadores precisan que el hecho de haber encontrado un lugar donde los incas “construyeron un paisaje sagrado” da cuenta de en qué creían y cuáles eran sus dioses.
Los expertos sostienen que esto modifica “significativamente nuestra comprensión sobre el modo de vida y el pensamiento de esta gente hace 500 años. Además, es importante porque nos muestra que nuestro pasado prehispánico es profundo, complejo y rico, lo que enriquece nuestro presente. Nos hace sentir que somos ciudadanos de un estado con una historia americana muy profunda y creo que eso debería enorgullecernos y hacernos querer más la tierra en la que vivimos”, completa Durán.
Respecto del estado actual de la investigación, Zárate Bernardi puntualiza que se encuentran analizando caminos ceremoniales que ascendían por el volcán Maipo que, posiblemente, llegaban a la cumbre del macizo. Por último, adelanta que para sus próximas campañas buscarán llegar al cráter de la formación terrestre.