Por: Luz Mery Canales Trillo
@LuzCanalesTrillo
Vicegobernadora regional de Ica
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Por tercera vez, el Perú fue la sede de APEC 2024, el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico. Es el principal foro económico de Asia-Pacífico, establecido en 1989 y cuyo objetivo es crear una mayor prosperidad para la población de la región, promoviendo un crecimiento económico equilibrado, inclusivo, sostenible, innovador y seguro.
Durante estos días cargados de una serie de reuniones que se desarrollan de manera anual entre los países miembros, la presidenta Dina Boluarte intentó -fallidamente- tapar los problemas sociales y políticos hacia el exterior. Sus medidas fueron: disponer que se desarrolle el trabajo remoto, las clases virtuales y la prohibición de protestas o marchas durante los días de APEC, con la licencia a las FF.AA. para hacer uso de sus armas de reglamento.
Y digo intento fallido porque toda la prensa extranjera sí notaron las protestas y, sobre todo, la inestabilidad política que tiene el Perú en manos de Boluarte y un Congreso altamente cuestionado. No solo corresponsables chilenos y venezolanos cubrieron las protestas en el exterior del APEC, sino también un juez peruano, Oswaldo Ordóñez, expresó la preocupante realidad peruana ante la Comisión IDH, donde tuvo la valentía de informar lo atroz que viene siendo para la justicia peruana el debilitamiento al Poder Judicial y Ministerio Público, con leyes que les van quitando su autonomía e independencia.
Mientras se desarrollaba el Foro APEC, se escuchaba los gritos desde el exterior, eran las marchas, los peruanos protestando entonaban la desazón y rechazo hacia la mandataria del Perú. Un fuerte contingente policial evitaba el acercamiento al Foro APEC, mientras disuadían a los manifestantes.
El Foro APEC es un importante evento que permite las alianzas y los tratados de libre comercio, generando el crecimiento de la economía del país. Es de suma relevancia este tipo de reuniones anuales que buscan el beneficio económico de los países miembros; sin embargo, es cuestionable la postura de la presidenta al pretender aparentar lo que el Perú no es, con la ola delincuencial y las extorsiones de pan de cada día, con leyes inconstitucionales pro-crimen que ella misma firma para su promulgación.
Todos queremos y necesitamos de mayor crecimiento y desarrollo para el país, pero con las reglas claras que beneficien a todos los peruanos, no solo a un grupo; donde se respete la vida y la salud, donde el derecho al trabajo no se vea amenazado por la delincuencia desbordante con respaldo legal de impunidad.